No se trata de ´aparcar´ al niño. De hecho, los directores de los colegios y las empresas especializadas en actividades de verano rechazan rotundamente esta forma de concebirlas. Al contrario: afirman que son beneficiosas y además se esfuerzan en hacerlas divertidas. "Pretendemos que el niño disfrute mucho más que encerrado en su piso por el calor. Aprende, se relaciona", afirma Verónica Morato, de la escuela Corpe. "La mente vuelve ´oxidada´ en septiembre si no tiene un poco de actividad, y tratamos de hacer cursos amenos", señala el director del colegio San Jorge, José Manuel Jarrío. "Los propios padres lo piden y la experiencia es muy positiva", indica Domiciano Iglesias, director del Licenciados.