Promotores privados cacereños proyectan construir un segundo campo de golf en la ciudad. Según confirmaron ayer a este diario fuentes de la propiedad, las nuevas instalaciones estarían ubicadas en la carretera de Malpartida, en la misma finca donde ahora se está construyendo un hotel de lujo.

Aunque el proyecto todavía sigue en el aire, los impulsores de la iniciativa están estudiando muy seriamente la posibilidad de convertir una parte de los terrenos en campo de juego para jugadores de golf. La decisión definitiva dependerá de su viabilidad económica y de la posibilidad de que una empresa se haga cargo de su gestión.

En este sentido, fuentes de la propiedad también indicaron que desconocen las características que tendrían las instalaciones. En la actualidad, el único campo de golf que funciona en la ciudad fue inaugurado en el año 1993 y diseñado por el arquitecto Carlos Corsini. La inversión superó los 3,6 millones de euros (600 millones de pesetas) y es propiedad del Norba Club de Golf Cáceres, que se encarga también de su gestión. Situado en el kilómetro 558 de la N-630, el campo ocupa 60 hectáreas y cuenta con 18 hoyos, es de primera categoría y fue construido por Progemisa en 18 meses.

HOTEL Y GOLF La intención de los promotores es separar la gestión del campo de golf de la del hotel. Entre ambos ocuparían 120 hectáreas de la finca propiedad de Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno y Seebacher, marquesa de Santa Marta. El proyecto contempla la rehabilitación de la singular casa de las cigüeñas en un complejo hotelero que tendría categoría de cuatro o cinco estrellas y por cuya gestión se han interesado varias cadenas.

Aunque ya se han producido contactos, los representantes de los dueños han dejado claro que aún no existe acuerdo para ceder la explotación del inmueble. El objetivo de los propietarios es que el complejo esté terminado a finales del año 2005. La inversión alcanzará los seis millones de euros (1.000 millones de pesetas) para poder acondicionar el inmueble que sirvió de cárcel de prisioneros durante la guerra civil. La rehabilitación del edificio corre a cargo de la empresa Construcciones Abreu, que comenzó las obras hace algo más de año y medio.

En la actualidad, los trabajos se encuentran en la fase de renovación de los tejados tras haber finalizado los de demolición. La presencia de cigüeñas en las cubiertas obligó a los propietarios a trasladar 60 nidos a postes especiales colocados por una empresa en una extensión de terreno situada junto al inmueble.

El hotel contará con 45 habitaciones repartidas en dos plantas, con todas las características de un establecimiento de lujo, incluido la construcción de una piscina. Fuentes de la propiedad indicaron ayer que la explotación del hotel no irá unida a la del campo de golf, tal y como ocurre ahora con el Hotel Cáceres Golf y las instalaciones deportivas del campo de golf situadas en la carretera de Mérida.