La dueña de los únicos dos locales de la plaza de San Jorge que no pertenecen a la cafetería que abrió allí hace ya más de dos años, recurrirá de nuevo la orden de desahucio, si es que llega a recibirla. Los locales son de titularidad municipal y en dos de ellos la propietaria, Ana Belén Garrido, tiene un negocio de ‘souvenirs’ que heredó de su madre. En septiembre del 2014 le cumplió el contrato y el ayuntamiento le comunicó que ya no podía volver a utilizar ese espacio porque iba a dedicarse para ampliar el negocio de hostelería que la Fundación Mercedes Calles gestiona en esa plaza.

Entonces comenzó un proceso judicial que se ha dilatado en el tiempo. La afectada recurrió esa orden al Juzgado de Instrucción Número 5, que declaró nulo el desahucio (decía que no se le podía expulsar de los locales sin antes ejercer el derecho de tanteo, es decir, que una vez que el ayuntamiento había extinguido el contrato con ella debía darle la oportunidad de volver a pujar por ellos en un concurso público). El ayuntamiento recurrió y la Audiencia Provincial revocó ese fallo, dándole la razón al consistorio. Así las cosas Garrido presentó recurso de alzada ante el Tribunal Supremo que aún no se ha pronunciado. El equipo de gobierno ha decidido no esperar a que el Alto Tribunal emita una sentencia y en la junta de gobierno local que celebró el viernes de la semana pasada decidió solicitar al juzgado que ordene que se ejecute la sentencia.

La noticia ha caído como un jarro de agua fría a la propietaria, que anuncia que, de llegarle la orden de desahucio, volverá de nuevo a recurrirla. Según ha podido saber este diario la solicitud de ejecución de sentencia aún no ha sido remitida al juzgado. Una vez que se reciba el juez deberá decidir si la admite o no trámite, de no admitirla habrá que esperar hasta que el Supremo resuelva y, en caso de aceptarla, el abogado defensor de Ana Belén Garrido, Antonio Rubio, presentará un recurso para oponerse a esa decisión.

ESTÁ INTRANQUILA / Garrido se encuentra intranquila, no entiende este cambio de actitud, según indica a este diario su abogado. «Está asustada, como es lógico. Es que todo esto me parece descabellado», dijo el letrado cacereño, Antonio Rubio. Según él lo normal sería que el juzgado no admitiera a trámite la solicitud del ayuntamiento porque, en caso de que después el Tribunal Supremo falle en contra del consistorio, podría suponer un daño económico al ayuntamiento por el lucro cesante. Es decir, la propietaria podría solicitar una reclamación por los daños y perjuicios ocasionados ya que habrá sido expulsada de su local sin ninguna justificación ni base judicial.

El recurso entró en el Tribunal Supremo en abril del pasado año. El fallo se está demorando en el tiempo aunque es habitual en este tipo de recursos, según explica el abogado Antonio Rubio. Solicitaba que fuese revocado el fallo de la Audiencia Provincial de Cáceres que ordenaba a Ana Belén Garrido desalojar los dos locales. La justificación que daba es que es que el Juzgado de Instrucción Número 5, que primeramente dio la razón a la propietaria, actuó de forma errónea a la hora de interpretar la legislación en la que el abogado basaba su defensa. Antonio Rubio aseguraba que el ayuntamiento no había actuado conforme a dicha ley a la hora de expulsar a su clienta.

Según esta normativa existe un derecho preferente del anterior arrendatario a continuar en el arrendamiento de los locales frente a un tercero, debiéndose notificar los elementos del nuevo contrato antes de la adjudicación del mismo a una tercera persona, para que el actual arrendatario pueda ejercer su derecho de tanteo y retracto. La defensa de Garrido alegaba, no obstante, que antes de que se extinguiera el contrato el ayuntamiento ya tenía intención de realizar un cambio de uso de los locales ocupados por Ana Belén Garrido, que no es otro que utilizarlos para la ampliación de la cafetería que se explota en la plaza de San Jorge.

NO HABÍA CONTRATO SUSCRITO / Sin embargo la Audiencia Provincial no considera probado que dichos locales vayan a ser utilizados por la Fundación Mercedes Calles para ampliar su negocio. «Examinadas las pruebas practicadas ninguna de ellas acredita que exista contrato de arrendamiento sobre los locales 1 y 2 (los de Ana Belén Garrido) suscrito con la Fundación Mercedes Calles, ni tampoco una resolución o propuesta de adjudicación en la que se definan los elementos de un futuro contrato de arrendamiento», decía la Audiencia en su sentencia. Aunque añadía que eso no significaba que en un futuro la fundación tenga intención de solicitar esos locales y que le sean concedidos.

Desde que comenzara el proceso judicial, a principios del año 2015, Ana Belén Garrido compra mercancía solo cada tres meses, por miedo a que puedan expulsarla y quedarse con todos los productos sin vender. Gestiona en ese local un negocio familiar, con casi medio siglo de historia. Lo inició su madre en el año 69, cuando el alcalde Alfonso Díaz de Bustamante ofreció esos locales a artesanos de la región. Ella se hizo famosa porque elaboraba gorros de montehermoseña. Cuando ésta se jubiló, en el 2006, su hija Ana Belén tomó el relevo. Ahora el ayuntamiento quiere quitarle «su único sustento».