La posible explotación de un yacimiento de litio en la mina de Valdeflores, cerrada desde hace tres décadas y actualmente objeto de nuevas catas para estudiar la viabilidad de su reapertura, ya ha levantado tantas expectativas como temores en la capital cacereña. Por un lado, el litio se ha convertido en el ‘mineral de moda’, en el ‘nuevo petróleo’, al ser básico en las baterías cada vez más necesarias en sectores estratégicos: automóviles eléctricos, teléfonos móviles, ordenadores... Pero una mina, y más si es a cielo abierto, despierta fuertes recelos en los vecinos y agroganaderos de la Montaña y su entorno, y en los colectivos ecologistas. Unos y otros han presentado esta semana la plataforma ‘Salvemos la Montaña’,

Según la información remitida por la Junta de Extremadura a este diario, la empresa de momento no ha solicitado permiso de explotación, pero sí «dos permisos de investigación (catas) para explorar las posibilidades de extraer wolframio, litio y estaño». El primero fue concedido el 28 octubre de 2016 por un año sobre dos cuadrículas de superficie. El segundo, denominado ‘Ampliación de Valdeflores’, se ha otorgado el 4 de mayo de 2017 con validez hasta 2020, sobre un terreno de 45 cuadrículas. «Aún no han comenzado los trabajos en esta área», matiza la Dirección General de Industria, Energía y Minas.

En dicho informe, la Junta aclara que «estamos en un momento muy al inicio de una futura explotación; pueden transcurrir años antes de que la empresa decida comenzar los trabajos». En cualquier caso, la zona «no es de protección ambiental» si bien la dirección general recuerda que «la legislación actual en materia de minería es muy exigente en el cumplimiento ambiental». De hecho, afirma que las catas cuentan con todos los permisos necesarios y que la empresa «está llevando a cabo su labor cumpliendo rigurosamente con la normativa», muy estricta. Y es que la Junta se encuentra «permanentemente al tanto de la labor de explotación que se realiza en la mina», subraya.

La empresa interesada en abrir el yacimiento se denomina Tecnología Extremeña del Litio, participada por la australiana Plymouth Minerals (75%) y Valoriza Minería (25%), filial de Sacyr. Responsables de Valoriza ya anunciaron a este diario (edición del 22/07/2017) que consideran que la mina podía explotarse por su cantidad de mineral, y no descartaban pedir la licencia tras el verano.

Sin duda, las expectativas de una actividad industrial siempre despiertan esperanzas de empleo y beneficios. Otros ciudadanos no ven tales compensaciones temerosos de los efectos de una mina cercana a la ciudad y en plena Montaña. Este diario ha recogido las opiniones de profesionales, ecologistas y vecinos. Las diferencias son evidentes, pero todos hablan desde su deseo del mejor resultado final para Cáceres.