«¿Qué hacen aquí asesores directos del gobierno, qué hacen aquí diputados que han defendido un presupuesto socialista apoyado por el PP en la Asamblea, por qué vienen aquí y no actúan en consecuencia en el hemiciclo oponiéndose con valentía a que Monago respalde las cuentas de Vara, no será que como cobran un sueldo que pagamos todos no se atreven a oponerse?, ¿y los de la FSP qué hacen metidos aquí, qué hace una alcaldesa de Navalmoral diciendo que ellos antes de los plenos celebran una reunión de grupo abierta a la militancia en lugar de estar pateándose los barrios?, ¿qué hace esta gente hablando de un modelo de partido que ya está hecho, qué hacen reuniéndose aquí si el partido garantiza los mecanismos necesarios para el debate, a qué otra cosa quieren jugar?. ¿Hablan de que son una plataforma, pero quién la lidera? En política hay que asumir lo que uno piensa dando la cara, ¿pero qué va a pasar?, pues que hoy, o mañana, le comentarán a Guillermo: ‘Mira, Guillermo, en la reunión estuvieron este, y este, y el otro...’ Y entonces, al cabo de unos días, recibirán una llamada y les dirán: ‘Que yo te quiero mucho’, y les darán un beso, y se convencerán... ¿por qué?, pues porque el partido les da de comer. Está muy bien eso de hablar de la militancia, pero esta reunión no sirve para nada porque esta gente se olvida de que nuestro partido se rige por una democracia representativa que ya garantiza la participación de los militantes a través de los órganos colegiados».

Son palabras textuales de un dirigente socialista que ayer estuvo en la reunión que miembros del partido organizaron en el hotel Alfonso IX (lo llenaron) bajo el lema ‘Reseteando el PSOE’ para exigir la convocatoria de primarias para elegir a un secretario general y la celebración de un congreso. Ese dirigente socialista salió de allí escandalizado por lo que vio, y que fue, en resumen, la escenificación del laberinto en el que en estos momentos se encuentra el Partido Socialista. Los de la plataforma dicen que quieren alejarse de la derecha conservadora, tener una voz única, que antes de abril de 2017 haya primarias... Alardean de que no quieren perjudicar al PSOE: no lo parece porque sostienen que su partido no tiene proyecto, ni equipo renovado, ni liderazgo. Y eso que aseguran que huyen de los populismos. Lo dicho, un laberinto.