El yacimiento de La Atalaya es una pieza más del tesoro arqueológico prehistórico que conserva la provincia y, principalmente, Cáceres y su entorno del calerizo, donde se sitúan los vestigios paleolíticos más importantes de la región: Maltravieso, El Conejar, Santa Ana y El Millar de Malpartida de Cáceres. La Atalaya es un eslabón más de la cadena de la reconstrucción de la vida de los primeros pobladores extremeños.

En el caso del poblado del Calcolítico de Torrequemada, se ha constatado por las piezas encontradas hasta el momento que aquellos cacereños prehistóricos vivían de la caza y la agricultura. Los arqueólogos han recogido restos de tierra y semilla que se enviarán al laboratorio para conocer el tipo de flora que predominaba en el entorno del poblado y, en cuanto a la fauna, se han hallado restos de cerdo, caballo y otros animales domésticos.