El alcalde y el concejal de Fomento adelantaron en septiembre que el puente de San Francisco se mantenía y que sería una de las condiciones a cumplir por las empresas que optasen a la obra de remodelación de Mira al Río y San Francisco. Ambos despejaron entonces las dudas sobre la continuidad del puente, cuya sustitución por una glorieta, que facilita el tránsito de vehículos, se planteó en la primera propuesta. La solución definitiva pasa por dejar el puente y hacer la glorieta.

Es la segunda vez que el puente de San Francisco se salva. Hace treinta años, el arquitecto Manuel García Creus planteó al alcalde Alfonso Díaz de Bustamante la posibilidad de quitar el puente anterior al actual, que era de un ojo, y construir una glorieta como mejor solución para el tráfico, una idea que "Bustamante estaba decidido a aceptar", recordó ayer José Galeano, quien participó en los trabajos que entonces se realizaron para evitar las inundaciones que se producían en San Francisco. Al final se decidió quitar el puente, trasladar el pilón al Foro de los Balbos y hacer un puente de dos ojos.