El llamamiento a la donación de sangre se hace más necesario durante los meses de verano, según la opinión de Antonio Gallardo Rodríguez, secretario de la Hermandad de Donantes de Cáceres, debido a que en el periodo estival hay numerosos accidentes de tráfico, además en los hospitales siempre se realizan operaciones, transfusiones, transplantes de médula, etcétera.

Todos los primeros miércoles de cada mes la hermandad desarrolla en la casa de cultura de Moctezuma, a partir de las diez de la mañana, las extracciones. La gente llega a primera hora con la esperanza de que su acto solidario pueda salvar vidas. Además, siempre es posible donar en el Hospital San Pedro de Alcántara y próximamente se podrá donar en el Hospital Virgen de la Montaña.

Un ejemplo de solidaridad son Isaac, de 28 años, Juani, de 56, y María, de 26, algunos de los donantes que se acercan a la Hermandad de Donantes de Sangre cada tres o cuatro meses. Para ellos donar no les supone ningún esfuerzo, sino una gran gratificación. Saben que con su sangre ayudan a numerosas personas.

Donar con salud

El secretario de la Hermandad, Antonio Gallardo Rodríguez, es el encargado de revisar que todo el mundo tenga unas condiciones adecuadas para donar. Para ello, el donante debe rellenar unos datos sobre su salud. La donación debe ser segura para que el enfermo no corra ningún riesgo. Las personas que padecen enfermedades, hipertensión, colesterol, están con tratamientos crónicos, mujeres embarazadas, etcétera, no pueden donar. Desde la última donación deben transcurrir un periodo de tres meses en los hombres y cuatro en mujeres.

La Federación Extremeña de Donantes de Sangre abarca ocho hermandades en toda la región. Las hermandades se encargan de las extracciones de sangre y de atender a los donantes, siendo el banco regional de sangre quien organiza las donaciones. Existe también una asamblea de donantes, con el objetivo de informar a todas las personas sobre las ventajas de donar. También se encargan de hacer un reconocimiento de sangre para ver la salud de los donantes y agradecen el mérito de aquellas personas que llevan años salvando vidas.

"Los cacereños son bastantes generosos a la hora de donar, pero aún así en las ciudades se recoge menos sangre, que en los pueblos. En lugares pequeños donde se conoce todo el mundo son más solidarios. Las personas no nos damos cuenta de la importancia de la donación, hasta que alguien cercano la necesita", asegura Antonio Gallardo.

"La edad para donar es de los 18 a los 65 años. Es necesario que todas las personas se conciencien de que el enfermo no debe esperar la sangre, sino la sangre al enfermo".