Periodista

En política municipal, como en muchos aspectos de la vida, todo resulta interpretable y lo es el hecho de que una asociación de vecinos solicite para su nuevo parque el nombre del alcalde. Lo que para la mayoría podría resultar un gesto de agradecimiento al gobernante, para otros no es más que una muestra del deseo ciudadano de que éste pase a la ´reserva´. Y algún sentimiento popular debe haber cuando se suceden los homenajes al edil.

Por si no estaba del todo claro para, el propio José María Saponi ha puesto límite a su gestión al frente del ayuntamiento y ha anunciado por segunda vez en cuatro años su intención de no presentarse a la reelección. Como todo es cuestionable, otros ya le ven en primera fila para ocupar algún escaño en el Congreso o el Senado. Algo que él niega.

Y puestos a hablar de la reserva, ya parece vislumbrarse un futuro claro para las actuales instalaciones del Cimov; eso sí, si el ayuntamiento logra más suelo para el acuartelamiento Santa Ana, que podría acoger una unidad mecanizada. Lo curioso de este anuncio es que lo ha realizado la oposición socialista y no el propio gobierno municipal, que ha sido el que ha llevado directamente las negociaciones con el Ministerio de Defensa; y como todo es relativo, parece que los anunciantes se han adelantado a un alcalde que nuevamente le ha podido bien la prudencia, bien el secretismo. Aunque, como digo, todo es interpretable, como lo es la cesión del hípico a un grupo de hosteleros; para unos, sólo una autorización; para otros, un buen argumento para llevar al concejal de turno ante los tribunales.