La decisión que el próximo jueves adoptará el pleno del ayuntamiento de no admitir a trámite la modificación del plan general de urbanismo en Valdeflores marca un punto y aparte en el expediente de la mina de litio. La vía del ayuntamiento queda cerrada, pero esto no significa el final del proceso, al que le quedan muchos párrafos antes de llegar al punto y final.

La propuesta de la modificación del plan parte de la empresa promotora de la mina. Una sociedad, Tecnología Extremeña del Litio, que está formada por Sacyr y una compañía australiana, Infinity Lithium, constituida para explotar el litio de Valdeflores. El plan de urbanismo se tiene que modificar para que puedan autorizarse los usos extractivos en la zona. El ayuntamiento cerrará esta puerta el jueves. Pero su decisión, pese a ser determinante, no es la única que se tiene que tomar.

La parte principal del expediente se sustancia en la Junta, administración competente en minas, y la decisión de la administración autonómica aún se demorará. Debe pronunciarse sobre la solicitud que hace la empresa para explotar los recursos mineros, además también tiene que evaluar su impacto ambiental por el tipo de actividad que se quiere desarrollar y la extensión que ocupa.

La Junta tiene que completar el expediente, para lo que quedan meses, aunque el resultado final está mediatizado por la decisión del ayuntamiento de no modificar el plan de urbanismo (no se puede excavar una mina en un suelo en el que la norma urbanística prohíbe los usos extractivos). Además desde el primer momento por la Junta se ha dicho que no se recurrirá a la figura del proyecto de interés regional para modificar la norma urbanística de Cáceres.

Todo el proceso se está tramitando en el ámbito de las administraciones municipal y autonómica. Si no entra en escena ningún actor inesperado, el principal camino que le queda a la empresa es que un juez resuelva sobre si debe prevalecer la protección que el ayuntamiento da a Valdeflores sobre la explotación de los recursos mineros presentes en la zona. Hay numerosos precedentes y jurisprudencia, aunque en este expediente hay una circunstancia distintiva, que es la proximidad de la mina al núcleo urbano.

Por esa posibilidad de que el expediente acabe en los tribunales es por lo que es muy importante que todos los trámites estén completos y que las exposiciones vayan muy bien argumentadas.

La empresa tiene sus motivos para pedir la modificación, no solo con el argumento de que los recursos mineros están presentes en la zona desde antes de la aprobación del plan de urbanismo en vigor desde 2010, sino además porque el plan es un documento vivo. Pero el ayuntamiento también tiene sus razones para preservar un espacio que está al pie de la ciudad, uno de los fundamentos cuando hace quince años se empezó a redactar el plan en vigor fue proteger la sierra de la Mosca, una idea que también estaba en el plan anterior, además el ayuntamiento no está obligado a aceptar y a tramitar todas las modificaciones que se presenten y a esto se añade que su decisión cuenta con apoyo social porque el ‘no a la mina’ ha ganado la calle.