Si uno se mete un atracón de mandrágora debe saber que sentirá cansancio, debilidad, que incluso podrá entrar en coma y hasta morir. Por eso, antes de meterle nada al cuerpo, qué mejor que consultar a un especialista. Si éste lo aconseja, y con dosis razonables, la mandrágora, lejos de matarle le aliviará los trastornos hepáticos.

Este es solo un ejemplo de los 101 que recoge 101 plantas extremeñas que curan , un libro que en forma de guía práctica han elaborado el profesor Alonso Pizarro Calles (es docente en el Instituto Profesor Hernández Pacheco, de Cáceres) y el escritor y fotógrafo José Luis Rodríguez. La obra es ideal para todos aquellos que quieran conocer las plantas medicinales presentes en nuestra comunidad autónoma, así como sus propiedades y aplicaciones.

Publicada por la editorial Fondo Natural y escrita por dos autores que llevan años dedicados al estudio y la divulgación medioambiental, 101 plantas extremeñas que curan consta de dos partes bien diferenciadas. En la primera, según relata Alonso Pizarro, "se describen aspectos generales como importancia de las plantas, apuntes históricos, acciones curativas...". En la segunda parte (es la que centra la mayor parte del libro), se repasan las características de cada planta y se acompaña de una o más fotografías, seleccionadas entre las algo más de 300 especies autóctonas silvestres medicinales que existen en Extremadura.

Llamada de atención

La obra pretende, además, ser una llamada de atención al patrimonio cultural de nuestra especie. "La salud de los ecosistemas depende de la actitud de los ciudadanos que los habitan", apuntan los autores.

Entretanto, quienes se acerquen a esta guía podrán aprender que la decocción de dientes de ajo (500 gramos/0,5 litros), endulzada con azúcar, tres tacitas diarias, es muy útil contra las infecciones intestinales y para la eliminación de gases.

Igualmente, la decocción de cortezas pulverizadas de sauce (70 gramos/litro) es válida para los procesos febriles y como sedante en casos de reuma, insomnio o nerviosismo.

La infusión de hojas de zarzal (20 gramos/litro), en uso interno, resulta útil en el tratamiento de las diarreas, disentería y hemorragias internas. El chaparro es bueno como desodorante para la transpiración de los pies, la amapola es ideal contra el insomnio de los niños, el mirto es eficaz contra la halitosis. Con el lirio se hacen perfumes, con el nogal se curan las llagas, pero ojo al dato, el nenúfar blanco se utiliza contra el exceso de apetito sexual y ha sido bautizado como destructor de placeres : éste, mejor tenerlo lejos.