"Me parece muy bien, porque vamos a ganar espacio ya que Roso de Luna es muy estrecha. Puede que las ventas bajen durante los meses de obras, pero la medida nos beneficiará a la larga. La calle tendría que haber sido siempre peatonal".

"Es una gran idea porque hay mucho tráfico en esta calle. Sin embargo, durante las obras deben dejar un paso adecuado para la gente que quiera comprar".

"Me parece horroroso. Como dueño de un taller me viene fatal. Si cierran la calle Pizarro, mi negocio se hundirá. Soy el más perjudicado por la medida".