Fatal". Así de contundente responde Miguel Salazar, presidente de la Asociación de Vecinos de La Madrila, al ser preguntado por los efectos que la movida ha causado a los residentes de la plaza de Albatros el pasado fin de semana. Salazar aseguró que la noche de más problemas fue la del viernes. Tras el concierto del cantante Coti en el auditorio, "la gente aguantó a que los bares reabrieran a las seis de la mañana y hubo algunos que no cerraron hasta las diez", señaló.

El dirigente vecinal insistió en que "hubo bastante jaleo" y sentenció: "Ha sido el peor fin de semana de todo el verano". Para Salazar la solución la debe dar la Junta de Extremadura porque "hay bares normales o de la categoría C que se aprovechan del fraude de ley" para reabrir cuatro horas más tarde del cierre.

"La Junta --añadió el presidente-- no transforma una estúpida orden, que está mal hecha, mal regulada y que tampoco está consensuada con los vecinos". Salazar no quiso dar los nombres de los locales que reabren tras el cierre, aunque fuentes de los hosteleros confirmaron que en ocasiones Latinos, Airbag, Submarino, Machiavello y Rita se han acogido a esta fórmula.

EL HORARIO Con el horario de invierno, los bares normales tienen que cerrar a las dos de la madrugada. La normativa autonómica que se dictó en septiembre de 1996 apunta en su artículo 3 que los establecimientos encuadrados en el grupo C no podrán ser abiertos sin haber transcurrido entre el horario oficial máximo de cierre, y la apertura de los mismos, un periodo mínimo de tiempo de cuatro horas. Muchos de estos bares se acogen a esta opción: cierran a las dos y reabren a las seis. Con ello los jóvenes deben esperar hora y media entre el cierre de las discotecas (04.30) y la reapertura de estos pubs.

Es la única opción que le queda a la juventud ante la ausencia de centros de ocio en la ciudad, donde parece que esta normativa se incumple de forma sistemática. Véase el ejemplo del municipio pacense de Don Benito, donde los bares del centro de ocio Las Cumbres están abiertos hasta altas horas y no se acogen a estos horarios de la Junta. Este centro de ocio está situado a las afueras de la localidad, donde no existen viviendas y no se causa, por tanto, molestias al vecindario. En Cáceres los locales de copas están repartidos entre la plaza Mayor y la Madrila, barriadas del centro cacereño.