Las obras del futuro paso subterráneo para salvar las vías que pasan junto a Aldea Moret preocupan a los vecinos de la barriada de Santa Lucía. Se quejan de que los escombros resultantes de los movimientos de tierra que se están llevando a cabo no se están retirando de la zona, sino que se están acumulando junto a la pasarela que da acceso a La Cañada. "Los obreros nos dicen que tienen permiso para hacerlo, hemos llamado a la policía pero no viene nadie a verlo y cuando llueva esto puede resultar muy peligroso porque la zona en la que están acumulando los escombros es por la que habitualmente sale el agua", señaló ayer el expresidente vecinal Pedro Nevado, que ha recibido las quejas de varios vecinos de la zona. "Estoy viendo que en cuanto llueva se nos va a venir el agua o el barro, hacia el barrio", añadió.

El concejal de Infraestructuras, Miguel López, explicó que el procedimiento por el que se está llevando a cabo los trabajos de esta intervención es el ordinario y que "lo habitual es que no se retiren todos los escombros que se sacan, puesto que en ocasiones se utilizan para rellenos posteriores en la misma obra", puntualizó el edil. "Esos escombros no se quedarán allí una vez que termine la obra", aseveró, "pero ahora deben estar cerca por si son necesarios", matizó.

La intervención del paso subterráneo se retomó el pasado verano después de que la obra se paralizara por problemas en el proyecto y con la financiación de la intervención. Solventados todos ellos, las obras se iniciaron en julio con un plazo de ejecución de entre ocho y diez meses, por lo que "previsiblemente estarán terminadas en el mes de mayo", reiteró ayer López. Actualmente se están llevando a cabo los movimientos de tierra, para lo que está siendo necesario proceder a detonaciones controladas con el fin de romper las rocas que componen el subsuelo de esta zona.