Elena está casada y tiene tres hijas, su ingreso es el único fijo que entra en casa y pidió un crédito para dar la entrada de un piso; Esperanza tiene dos hijos, vive con sus padres porque vendió su casa para comprarse otra más grande; Roberto se iba a casar el año que viene, pero ahora ya no lo tiene claro porque todavía no sabe si podrán irse a vivir juntos; José Luis necesita un piso mayor para que los padres de su mujer puedan vivir con ellos; y así hasta 22 historias, las de las familias que en el otoño del año 2006 hicieron el primer pago de las unifamiliares que la empresa Antonio Población construía en Montesol. Dos años después no saben si podrán irse a vivir a las viviendas que están pagando. Lo que sí tienen claro es que quieren una solución que garantice que ocuparán sus unifamiliares.

Las casas se acogen al plan estatal 2005-2008 que, precisamente, tenía como fin favorecer el acceso de los ciudadanos a las viviendas. "Tienen un precio máximo tasado", según precisó ayer José Luis Martín, quien actuó de portavoz de los afectados. El precio es de 138.000 euros y cada familia ya ha abonado 45.000 (un millón de euros en total), dinero que ahora temen perder.

Las unifamiliares están edificadas en más de un 70%. Ya está levantada la estructura de las casas. El Banco Pastor concedió un préstamo a la empresa constructora, que ha ido disponiendo del dinero según iba acometiendo la obra. Los afectados no creen que el constructor termine las obras porque "llevan meses paradas" y hay anotaciones de embargo sobre la finca por deudas a la Seguridad Social y a empresas proveedoras de materiales, según la información registral que han recogido, en la que también se precisa que la parcela aparece como garantía de un préstamo hipotecario de 2,6 millones de euros concedido por el Banco Pastor.

La solución para las familias es que el banco ejecute judicialmente el préstamo, se quede con la parcela y llegue a un acuerdo con las 22 familias, que se constituirían como cooperativa para finalizar las casas. En caso contrario opinan que los 45.000 euros ya aportados están perdidos, ya que además, según aseguran, la promotora no formalizó un aval ante una entidad o sociedad de seguro para garantizar que podrían recuperar su dinero si las obras no se llegaban a finalizar.

ANTONIO POBLACION Población aseguró ayer por la tarde que las obras "se acabarán", que el trabajo de albañilería está terminado y que desde la próxima semana "los especialistas --fontaneros, electricistas y calefactores-- van a empezar a trabajar". El constructor manifestó que las cargas que tiene la finca "se quitarán" antes de que las familias firmen las escrituras y aseguró que las obras no llevan paradas desde el verano, como indicaron ayer los afectados, sino que una vez acabados los trabajos de albañilería se produce un parón en las obras hasta que entren "los especialistas".

Desde el Banco Pastor se aseguró ayer que la entidad "no pretende quedarse con las casas, ni con el dinero entregado" y que "a los primeros que nos dirigiremos será a los compradores en el momento que se dé una solución factible". Las alternativas serían dos: que el promotor acabe la obra o ejecutar judicialmente el crédito hipotecario para que el banco se haga con la parcela, proceso que conlleva sus plazos y costes. Un acuerdo directo entre entidad y constructor presenta el inconveniente de que la finca tiene otras cargas, no solo la hipoteca, sino las anotaciones de embargo.