"Queridos Reyes Magos: que todos los hijos de los reclusos tengan un juguete el día 6 de enero". Es el deseo no escrito de los voluntarios de la Pastoral Penitenciaria que un año más han puesto en marcha la iniciativa ´Juguetes para el hijo´ del preso, con la que buscan, por un lado que los hijos de los reclusos del centro penitenciario de Cáceres puedan recibir un regalo el día de Reyes de parte de su madre o padre; pero sobre todo, que a pesar la distancia física, los niños estén junto a sus padres ese día.

"El vínculo con ellos es la carta que los padres escriben y que se les hace llegar al niño junto con los juguetes. Si ellos no escriben la carta nosotros no enviamos el juguete, porque el fin último no es el regalo en sí, sino que padre, madre e hijo estén juntos en esas fechas", explica Eva Escobar, una de las voluntarias de este proyecto que proporcionará regalos a más de un centenar de hijos de reclusos. Los regalos son para niños de hasta 12 años.

Juguetes y material

"Los regalos para los niños mayores son los que más dificultades tenemos para encontrar porque es una edad en la que los niños ya empiezan a pedir ropa, zapatillas o u otro tipo de regalos", cuenta esta joven, que dice estar "totalmente confiada" en que la crisis no hará mella en la solidaridad de todos aquellos que cada año llevan juguetes y material escolar suficiente para que todos estos menores tengan sus regalos de Reyes. Aun así no falta el llamamiento: "hasta el 4 de diciembre en la parroquia de Beato Spínola se pueden entregar juguetes", explica Escobar.

El único requisito es "que sean nuevos", señala la joven de la Pastoral Penitenciaria "porque no tenemos ningún derecho a darles algo estrenado. Y no es justo que estos niños que ya viven una situación personal delicada, no puedan disfrutar la menos de un regalo en un día tan especial", justifica.

La única diferencia con los regalos de otros niños es que en este caso no llegarán en camello, sino a través de un envío postal. "Una vez que todas las cajas con los juguetes y su correspondiente carta están organizadas se harán llegar a los niños por correo", explica la joven. "Por eso lo más probable es que no lleguen exactamente el 6 de enero, pero sí en esos días", añade a modo de una disculpa que nadie puede pedirle.

Lo mejor viene después de Reyes. "Es fantástico llegar en enero a ver a los reclusos y que estos te hablen del regalo que les ha llegado a sus hijos", explica la voluntaria.