El Museo de Cáceres lleva quince años iniciando su obra al año siguiente, pero esa obra nunca empieza. Esto ha provocado una situación continua de provisionalidad, es decir, nada se renueva, se moderniza o se mejora porque la reforma siempre parece inminente. En 1995, el Boletín Oficial del Estado llegó a publicar el inicio del proyecto. Desde entonces, a la espera. El problema es que las salas no tienen la climatización ni la iluminación adecuadas para las piezas, y los contenidos se presentan de forma simple, anodina, frente al moderno discurso expositivo de hoy, donde abundan los métodos interactivos y audiovisuales.

El museo se inauguró en 1917 en el Instituto de Segunda Enseñanza (San Jorge). El 12 de febrero de 1933 se trasladó al Palacio de las Veletas (XVI). La mejora más importante se acometió entre 1972 y 1976, cuando se habilitó la planta superior, se creó la sección de etnografía y se mejoró la de arqueología. La Casa de los Caballos se anexionó en 1989 tras una permuta con diputación, y pasó a albergar la sección de arte. Sin embargo, toda aquella reforma quedó pronto obsoleta al producirse un cambio en la normativa y en la presentación de contenidos. En 1986 se planteó la necesidad de otra obra que se aprobó en 1995, pero no llega.

La gestión del museo corresponde a la Consejería de Cultura, aunque pertenece al Estado, responsable de la reforma, que en octubre comunicó que el proyecto seguía elaborándose. Después habrá que sacarla a concurso, pedir licencias... Posiblemente la obra tardará otro año si no hay más retrasos. Mientras, el museo ya tiene lista la mudanza de las Veletas y ha iniciado el vaciado de sótanos.

El recinto sufrirá un cambio completo en la exposición de sus contenidos, acorde con lo que se está haciendo en España y el extranjero. Será un auténtico museo de identidad , donde el visitante conocerá la evolución humana y cultural de Cáceres desde la Prehistoria. No habrá secciones separadas: las piezas de arqueología, etnografía y bellas artes se entretejerán y aumentarán de 2.000 a 4.000. Todo está ya concretado, incluso los fondos de cada vitrina, su ubicación, iluminación...

Cambios proyectados

Pero antes, la reforma abordará varias mejoras. En primer lugar eliminará por completo las barreras (el Aljibe, que será limpiado, podrá verse a través de ventanas). También se introducirá un sistema de climatización adecuado para la conservación del patrimonio. "Las piezas de los museos necesitan condiciones estables de humedad y temperatura, sin grandes altibajos, y aquí los hay", explica el director, Juan Valadés.

Además, el museo se pondrá al día con modernos recursos y nuevo mobiliario. Por ejemplo, la iluminación de las vitrinas se instaló en los años 70 y no resulta adecuada para las piezas, sobre todo las textiles.