Los vecinos del Junquillo insisten en que no quieren que el punto limpio se ubique en la barriada. Ayer convocaron una concentración en la escombrera, ubicada entre las calles Dalia y Amapola, aunque solo asistió una quincena de personas a la cita. Había sido iniciativa de unos residentes, que empezaron a mover por la mañana la protesta a través de las redes sociales, pero finalmente tuvo poco poder de convocatoria. La misma no estaba organizada por la asociación de vecinos.

Que no asistiera casi nadie no significa que el barrio no esté en contra de la instalación de la escombrera. De hecho consiguieron reunir 1.100 firmas en tres días contra la construcción de esta infraestructura. Las presentaron en el ayuntamiento para exigir que se paralizara la obra. No sirvió para nada. La construcción ya está terminada y sigue dando qué hablar. El punto limpio está vallado pero los vecinos reclaman que se pongan a su alrededor las zonas verdes que el ayuntamiento prometió y exigen que haya vigilancia para que no se convierta en un basurero.

Por otro lado la asociación de vecinos sigue esperando a que el ayuntamiento les envíe el proyecto del punto limpio para estudiar si es cierto que esa parcela era la más adecuada. Se lo solicitaron hace diez días en una reunión pero todavía no lo tienen.