Carlos Sanguino y Begoña Pajares, una joven pareja de cacereños dedicados a la hostelería, han dado un gran paso en su trayectoria profesional: abrir un restaurante en la ciudad monumental de Cáceres, El Racó de Sanguino.

El jefe de cocina del nuevo establecimiento, explica que asume un reto que es, al mismo tiempo, maravilloso y arriesgado. "Tenía muchas ganas de poder aplicar todos mis conocimientos como cocinero aprendidos durante muchos años de trabajo en mi propia cocina, hacer cocina de autor y que me identifique", dice.

La cocina de autor de Carlos Sanguino es la que nace de la creatividad y de la pasión, "la que expresa una manera de ser y un estado de ánimo concreto" para comensales que buscan una cocina diferente, añade este experto cocinero formado en los mejores fogones de Valencia, Tarragona, Ibiza, Andorra, Tenerife; "estas cocinas han sido mi escuela". Y ningún marco hay más bello para esta aventura que la plaza de Las Veletas, con la Montaña como telón de fondo, y una elegante y acogedora terraza para dar la bienvenida al cliente a una antigua cochera palaciega sobria e intimista. La ciudad monumental le da la oportunidad de tener clientes de muchos lugares.

Sanguino no tiene preferencias: "cocino en cada momento lo que me apetece, sea carne, pescado, verduras, arroz, etc.". Gran defensor del pescado, tiene intención de organizar unas jornadas sobre este alimento y de arroz, caza, etc. Antes, y junto a los restaurantes de la ciudad monumental, ofrecerá en octubre unas jornadas de las tapas, la caza y las setas.