XXVIII edición de la Fiesta de la Tenca, un día por el que la mancomunidad apuesta cada año con más ilusión.

--¿Qué significa este día?

--En realidad es nuestro día. Nació como una necesidad de aglutinar y crear conciencia de comarca en torno a uno de los productos presentes en todos los municipios. Hoy ya es el día más especial que llevamos a todos los pueblos gracias a su carácter itinerante y con el que pretendemos fomentar el turismo y reivindicar nuestra presencia.

--Son tiempos difíciles para los pueblos, ¿hay que luchar?

--Por supuesto. Las mancomunidades han estado castigadas. Ahora es el momento de seguir trabajando en nuevos campos, un periodo en el que reforzar a los municipios pequeños para que sean capaces de sobrevivir y evitar el despoblamiento.

--Gracias a la iniciativa, la tenca ya tiene valor turístico y gastronómico. Ahora, ¿hacia dónde apostar?

--Queremos que la tenca también consiga un valor laboral. Hemos solicitado una subvención a la Junta de Extremadura para crear una escuela profesional para la cría de tenca. Formaremos a 15 jóvenes para que más tarde ellos puedan encontrar su futuro laboral gracias a este producto de nuestra tierra.

--En esta ocasión el guiño de la fiesta irá a Portugal...

--Sí. Tenemos un carácter transfronterizo. Existen muchos lazos entre los pueblos de un lado y el otro de la raya. Por ello, con la Tenca de Oro hacemos una mención especial a la música portuguesa con el reconocimiento a Dulce Ponte.