La letra con sangre entra, soldaditos, militares españoles y beneméritos desfilando, Karina y el Dúo Dinámico, ciudades bunker con arquitectura recia (léase la bandejita y los bolardinos ). Ocio institucionalizado (como los bailes de Falange), devoción opiácea populista, salvajismo urbanístico, megalomanía... Toque de queda a las 2. Fiestas y botellones clandestinos por doquier. La ciudad infeliz es presa de un rancio pasado que muchos pensaban enterrado. ¿Seremos tan originales los cacereños que vamos hacia atrás? ¿Qué quedó de aquellos ochenteros conciertos porque sí en nuestra plaza? ¿De aquel mi padre es mi colega ...?

¿Qué queda de aquel espíritu que nos unía? Que era lo que nos hacía diferentes del resto de España, ser una gran familia que se veía en la plaza, que se conocía y amaba en la parte antigua o La Madrila. En pro de la salud de los jóvenes nos prohibieron la plaza, y todo sigue igual a pocos kilómetros, con el peligro de la carretera y los coches.

Han matado nuestro espíritu juvenil, y nosotros les hemos dejado hacerlo. Cuando ellos ya no estén, todos seremos un poco más viejos. La ciudad volverá a florecer pero ya nada será como antes y costará levantarse de este bache, y demoler de nuevo la bandeja para recuperar ese espíritu, enterrado vivo bajo élla gracias a una traición.

Sigan dando la espalda a su juventud, sólo hay que ver a su concejal que parece que tiene 50 años en lugar de veintitantos, en el fondo les sigue importando un comino la juventud parada y aburrida, desorientada en busca de futuro allende nuestras fronteras, sólo hay que darse una vuelta por el recinto hípico, sigue ocurriendo exactamente lo mismo o peor, y por la universidad ni te cuento. Ni Perry.

Hace tiempo que son tan monotemáticos con el PGOU que ya aburren a las cabras, cuando hace tiempo que ya se habían repartido la ciudad entre los de siempre. Lo del ahorro de agua tampoco me lo creo, hace mucho tiempo que veo los ríos que se forman en los rotondos por la madrugada. Puede ser que se haya ahorrado agua pero no creo que sea precisamente por esos riegos defectuosos sino por la concienciación de los ciudadanos, a los que constantemente dan la espalda.

Seguro que será la naturaleza la que nos ponga a todos en nuestro sitio, y si no, pregunten a los americanos, el espejo en el que ustedes se miran.