NACIO EN CACERES EL 27 DE SEPTIEMBRE DE 1975. ESTA SOLTERO Y VIVE EN LA CIUDAD.

PROFESION ES ECONOMISTA, ABOGADO Y TRABAJA COMO ADMINISTRADOR UNICO DE PRINSA

Estudió economía y derecho en Madrid, pero quiso volver a su ciudad natal para trabajar por ella. A sus 28 años, Raúl Salgado Fernández es administrador único de Prinsa, empresa netamente cacereña que aspira a construir una pista de verano en los terrenos de la antigua piscina de La Cañada. Asegura que este proyecto es el embrión de un gran centro de ocio que también proyecta para la barriada.

--Hay quien dice que su proyecto no saldrá adelante por estar en zona verde... --No es cierto. Este terreno está incluido en la unidad de ejecución Cañada II y el Plan General de Ordenación Urbana lo califica como un terreno de uso genérico, que contempla una serie de actuaciones, entre ellas proyectos de ocio.

--¿Qué quieren hacer en La Cañada?

--Queremos construir una pista de verano con música ambiental. Este proyecto es sólo el embrión de un gran centro de ocio que pensamos llevar a efecto cuando el ayuntamiento apruebe el desarrollo urbanístico de este entorno. Mientras tanto, y siendo beneficiarios actualmente de este terreno, del que somos propietarios en proindiviso, hemos decidido apostar por el ocio y la juventud de Cáceres.

--¿Pero su proyecto es legal?

--Totalmente. Hemos entregado toda la documentación al ayuntamiento. Estamos realizando informes sobre los accesos y ya hemos colocado los apantallamientos para realizar las pruebas de sonido. Nuestro proyecto no molestará a los vecinos del barrio de La Cañada. El compromiso es compatibilizar el derecho al ocio con el derecho al descanso.

--Hay otros empresarios interesados en hacer más pistas este verano...

--Nos encantaría que hubiera más de una alternativa. Sería un acierto que se pudieran aprobar las tres que hay presentadas porque eso significa que habría mayor oferta de ocio en la capital. Es bueno que no paren los pies a los cacereños que quieren invertir, siempre que los proyectos se ajusten a la legalidad.

--¿Por qué apostó por Cáceres?

--Estuve ocho años en Madrid, pero soy un enamorado de mi ciudad y quise volver a ella. No somos más que unos empresarios ilusionados, no podemos luchar contracorriente y por eso pedimos colaboración. Creo que iniciativas como estas, que salen de cacereños, contribuirán a mejorar la imagen de Cáceres, ahora que aspiramos a ser capital cultural de Europa en el 2016. Vivo en la parte antigua y tengo mi compromiso como cacereño, por eso quiero invertir aquí.