Siete años tenía Joaquín Paredes cuando llegó a sus manos por primera vez una cámara fotográfica y veintiséis años más tarde, este cacereño es diseñador y propietario de la cámara más grande de Europa especializada en la técnica analógica del colodión húmedo .

Alrededor de dos meses y medio ha tardado este fotógrafo de afición y arquitecto de profesión en construir un dispositivo que cuenta con unas proporciones de 1,30 metros de alto, 1,70 de ancho y 70 kilogramos de peso y que permite crear reproducciones a gran formato con una resolución de hasta 71 por 71 centímetros.

Como muchos aficionados, Joaquín Paredes sucumbió ante la llegada de la tecnología digital, sin embargo, no tardó mucho tiempo en regresar a sus orígenes analógicos. "Me di cuenta de que hay ciertos sectores que necesitan la inmediatez de lo digital, pero el resto podemos dedicarnos a un arte más elaborado", apunta el fotógrafo cacereño.

De este modo, en su afán de "buscar sensaciones olvidadas en un mundo virtual, impersonal y aséptico", Paredes recayó en la técnica fotográfica del colodión húmedo , un procedimiento del siglo XIX que le permitía conseguir mayor definición en un tiempo de exposición más reducido de lo habitual para la fotografía tradicional.

Fue hace tres años cuando el fotógrafo se sumergió entre los químicos y la teoría de un metodología que recibe este nombre porque, tras el disparo del objetivo, la placa de vidrio que sirve de soporte debe mezclarse, siempre húmeda, con el colodión (una emulsión de nitrocelulosa disuelta en éter y alcohol) e introducirla más tarde en un baño de nitrato de plata hasta que reluce la captura.

"Es impresionante como al fijar el material aparece la imagen", relata el cacereño tras recordar sus primeras impresiones. Fue por este motivo por el que Joaquín Paredes decidió construir su propio dispositivo para disparar estampas a gran escala. "Lo primero que busqué fue el objetivo", añade, "algo nada fácil en España debido a la falta de tradición de gran formato". Rusia fue el lugar desde el que importó la pieza clave para construir su gran estructura. El resto, está compuesto de madera, metal, visión y paciencia.

Curiosamente, a pesar de los resultados, tan solo 30 personas practican esta técnica en España debido a su dificultad y al elevado coste de los materiales. Es por esta razón por la que Paredes sólo 'enfocará' esta estructura hacia un objetivo: disfrutar de su mayor afición.