Ramón Pavón, ingeniero Agrícola, es el autor de una alegación al proyecto complementario de las obras para abastecer de agua a Cáceres desde la presa de Portaje, proyecto que está en exposición pública. En su escrito pide a la Confederación del Tajo que suspenda estas obras, adjudicadas en 2007 y que no terminarán antes de 2015. Su petición y las consideraciones que realiza tienen el respaldo de un colectivo de cacereños que los días 31 de diciembre y 3 de enero recogerán firmas que se incluirán en la alegación, según anunció ayer Fernando García Figueroa, que es uno de los componentes de la plataforma ciudadana que se ha constituido para la recogida de las mencionadas firmas. Las mesas se instalarán en San Juan y junto al edificio Múltiples de las 11.00 a las 14.00 horas.

Pavón expone en su alegación que el trasvase de agua desde la presa de Portaje conllevará en cuanto esté operativo un incremento significativo en la factura que se paga por el agua, una subida que estará motivada por los costes del consumo eléctrico, debido a los bombeos proyectados y necesarios para traer el agua hasta el Guadiloba desde Portaje y el canal de riego del Alagón, y porque las inversiones hidráulicas se acaban repercutiendo sobre los usuarios durante un periodo de veinticinco años. La inversión en estas obras está actualmente, tras el proyecto complementario, en 61,5 millones.

La Ley de Aguas establece que los beneficiados por las obras hidráulicas que estén financiadas total o parcialmente por el Estado pagarán una tarifa por la utilización de agua, además establece el abono de un canon por las obras de regulación de aguas superficiales y subterráneas. Si el ayuntamiento no asumiese el coste y repercutiese la inversión en los usuarios, la subida media en el recibo a pagar por cada mil litros sería de un 25%, se pasaría de 88 céntimos por cada metro cúbico a 1,1 euros para un trasvase de 7,5 hectómetros cúbicos.

UN CAMBIO EN LA CONCESION En la alegación, Pavón propone que como solución para el abastecimiento a Cáceres se mantenga el actual trasvase desde el Almonte, las bombas están en la cola del pantano de Alcántara, hasta el Guadiloba. El inconveniente de esta solución es que las bombas están en la cota 192 y existe el riesgo de que el nivel del agua se sitúe por debajo de las bombas con los desembalses en la presa de Alcántara que realiza Iberdrola para producir energía. El ingeniero plantea a la confederación en su escrito que modifique de oficio la concesión administrativa a favor de Iberdrola para que el nivel de Alcántara nunca baje de la cota 192, cambio que, según Pavón, se podría realizar sin que la empresa sufra una pérdida que dé lugar a una indemnización.