Diré de Gabriel Cisneros Laborda que fue uno de los padres de la Constitución de 1978 y que el hecho más dramático de su biografía se produjo en 1979 cuando dos miembros de ETA le intentaron secuestrar, pero su determinación por escapar de sus garras le permitió huir, aunque le dispararon más de una veintena de balas, que no pudieron acabar con su vida. A uno de ellos tuvo la ocasión de conocer con posterioridad.

Cisneros se encontraba aparcando su coche en un hueco próximo al portal de su domicilio, cuando dos individuos se acercaron al vehículo. Posteriormente, ya en manos de los sujetos, solo el gran valor y la serenidad de Gabriel Cisneros lograron que salvara la vida.

Había pasado a la secretaría de Información de UCD y se encontraba en estas labores cuando dos encapuchados, dos miembros de la banda ETA, muy activa esos años, intentaron secuestrarle. Fue el 3 de julio de 1979. Gabriel Cisneros se resistió con una fuerza y una determinación que le libraron de sus captores y que seguramente le salvaron la vida. Pero la respuesta de los etarras fue brutal. Le dispararon con una ametralladora, que alojó en su cuerpo, sobre todo en el estómago y en la pierna izquierda, más de una veintena de balas. Se dice que salvó la vida de milagro.

«A las veintitrés horas del día 3 de julio de 1979, ingresó en el servicio de urgencia de la Ciudad Sanitaria Provincial de Madrid, con herida de arma de fuego, con orificio de entrada en región inguinal derecha y orificio de salida en reglón lumbar izquierda. En el momento de su ingreso herido, se encontraba en un gravísimo cuadro de shock traumático. Sometido a medidas de reanimación inmediata, con respuesta favorable, permitió una laparotomía, exploradora, confirmándose en el transcurso de la misma varias perforaciones del intestino delgado y grueso que obligaron a resección amplia intestinal y sutura de las restantes perforaciones y desgarros. Pasó al servicio de reanimación, con pronóstico gravísimo».

Elegido Consejero Nacional por la provincia de Soria en octubre de 1971, entró por primera vez en las Cortes y formó parte de aquellas personas que habían trabajado dentro del régimen, era consciente de que se debía producir un cambio político en España que llevara a nuestro país a las formas democráticas habituales en las naciones más cercanas. Y ahí fue donde realizó la que seguramente fue su mayor aportación a la política nacional, su trabajo como diputado formando parte de la Ponencia Constitucional, interviniendo en la redacción de la Constitución de 1978. También participó como miembro de la ponencia encargada del estudio del Estatuto Vasco.

Gabriel Cisneros Laborda nació en Tarazona, el 14 de agosto de 1940. Tras pasar por el bachillerato en Soria y el Preuniversitario en la Universidad de Zaragoza, se licenció en Derecho, en un itinerario en Oviedo y Madrid. Acudió por última vez al Congreso de los Diputados el 14 de junio de 2007, acto que presidían los Reyes para conmemorar el XXX aniversario de las primeras elecciones generales de 1977.

Conocí personalmente a Gabriel Cisneros, me llamó a colaborar con él y de cerca tuve la oportunidad de conocer su intensa actividad política, su labor y su honestidad y honradez. Por ello me he permitido traerlo aquí en este recuerdo en su memoria.