Curiosidades y recuerdos de los abuelos a través de más de 200 piezas, desde cacerolas a mantones, molinillos, almireces, relojes y fotografías, llenan estos días el Palacio de las Cigüeñas. Los mayores de la Residencia Cervantes han abierto sus baúles para, con sus propios recuerdos familiares, hacer posible esta exposición que, hasta el próximo día 29, llevará a unos hasta su juventud y enseñará a otros unos objetos posiblemente desconocidos.

Unos han abierto sus baúles y otros incluso los han llevado. Es el caso de Angela Rollo, una cacereña de 68 años que disfruta mostrando sus aportaciones. "Esta fue la maleta que me acompañó en mi viaje de novios a Madrid", evoca señalando una vieja maleta de cartón que ha conservado, "porque me cuesta mucho tirar las cosas, ya que todas encierran recuerdos". También son especiales las cacerolas, "que usaba mi abuela y yo aún utilizo para mis sopitas".

Y junto a ella alguien muestra un reloj de bolsillo de caballero, "posiblemente la pieza más antigua de la muestra, pues tiene más de dos siglos", señala Carmen, animadora social del hogar que organiza la muestra; al tiempo que otros se asombran ante unas tenacillas de rizar el pelo, "de las que se calentaban con carbón" o un braserillo , de los que antaño usaban los practicantes para hervir jeringuillas.

La concejala de Asuntos Sociales, Basilia Pizarro, que ha presidido la inauguración de la exposición, elogia la muestra y agradece la colaboración que con ella ha dado el Hogar Cervantes al programa de actos del Mes del Mayor que se celebra estos días. En él, ayer, exposición con los recuerdos de los abuelos de otros tiempos por la mañana y homenaje a los abuelos de hoy por la tarde, en el Gran Teatro, donde cientos de mayores disfrutaron con el humor de Franquete y las coplas de Felisa Rodríguez.