El plan general de urbanismo en vigor desde 1999 intentó sin éxito poner orden en la Charca Musia. La dividió en cinco zonas para su ordenación. Pero las numerosas alegaciones presentadas por dueños de terrenos y edificaciones a los planes para la reparcelación de las dos primeras motivaron que el gobierno local aparcase la ordenación en 2004. Todo se dejó para el nuevo plan de urbanismo, cuya entrada en vigor es cuestión de meses. Entre los objetivos para la Charca Musia que prevé el nuevo plan está consolidar "en lo posible" la trama viaria actual. Esto evitaría el derribo de edificaciones.

El inconveniente de Charca Musia es que creció sin orden. Lo normal es que primero se realice la urbanización con los servicios y después las edificaciones. Pero esto no se cumplió en el polígono y el problema es cómo poner orden sin afectar a lo ya ejecutado. Precisamente entre las observaciones de la ficha para la ordenación del polígono, que está en el nuevo plan de urbanismo, se menciona el mantenimiento de la tipología de industria existente en las manzanas consolidadas, así como de otros usos (residencial, artesanal, almacenes...), pero exclusivamente en las parcelas preexistentes y con acreditación notarial que sea anterior a enero del año 2004.

La administración municipal tendrá que liderar la ordenación del polígono. Es una de las pocas unidades del nuevo plan con un sistema de actuación directa (la administración formula el programa de ordenación con la urbanización del polígono y actúa como un agente urbanizador para dotar a la Charca Musia de todos los servicios). Los costes de la ordenación los tendrán que asumir los dueños de terrenos edificables, quienes serán los que se beneficien de la urbanización. El programa de ejecución de la urbanización deberá incorporar la cuenta detallada de gastos, entre los que, además de obras de saneamiento, suministro de agua y energía eléctrica, viarios o ajardinamiento, se incorporarían las indemnizaciones por las edificaciones que se tuviesen que tirar para ejecutar el planeamiento.

La ordenación propuesta en el nuevo plan para el polígono de Charca Musia también prevé su ampliación hacia el sur, donde no se ha actuado, y además crea una reserva de 4 hectáreas para espacios libres (zona verde) y de una hectárea para equipamiento. El uso principal seguirá siendo el industrial y se admite terciario pero al servicio del industrial (en el uso recreativo permitido, por ejemplo, no se admiten discotecas, locales con actuación en directo o café-conciertos).