El pabellón multiusos esta siendo objeto de reformas necesarias para que pueda obtener la licencia de actividad casi 18 años después de su inauguración, que tuvo lugar en 1999. Las obras tienen como objetivo adaptar el edificio a las vigentes normativas de seguridad, evacuación y protección contra incendios, además de garantizar una accesibilidad universal para las personas. La Junta de Extremadura, propietaria del inmueble, licitó los trabajos a principios de abril resultando adjudicataria la Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por Construcciones LC Gadi, con sede en Plasencia pero sin embargo inscrita en el registro mercantil de Sevilla, y UC10, con sede en Granada, las cuales iniciaron la obra el 19 de julio según informaron fuentes de la consejería de Educación de la Junta de Extremadura.

En concreto, los trabajos contemplados en el proyecto incluyen actuaciones de impermeabilización en algunas zonas, la implantación de un ascensor y la adecuación de las entradas y los aseos para personas con alguna discapacidad, la construcción de una salida de emergencia en la planta semisótano o el recubrimiento de varias zonas con pintura ignífuga contra incendios, entre otras medidas.

Según señaló ayer el jefe de obra, Juan Francisco Rico, los trabajos van «en tiempo y forma» y la previsión de la UTE es que el pabellón esté totalmente adecuado a la normativa vigente «para principios de noviembre». Actualmente, las obras se centran en la construcción del hueco del ascensor que comunicará las tres plantas del pabellón, para lo que se han tenido que solventar una serie de inconvenientes imprevistos. «Nos hemos encontrado con multitud de instalaciones en el techo justo por donde debe ir el ascensor. Instalaciones eléctricas, de ventilación, del aire acondicionado, etc... que hemos tenido que desviar», comentó Rico, que precisó que el elevador «se dejará cubierto» y será en octubre cuando se finalice su instalación. «Entonces se montarán las guías, la cabina y los demás elementos», añadió.

ACCESIBILIDAD / Los trabajos de accesibilidad se terminarán en septiembre y el resto de zonas, aquellas no transitables por público, en octubre. «Hemos terminado ya la impermeabilización completa de la entrada principal, para que el agua no se filtre hacia abajo si llueve. Se ha actuado en las escaleras y la plataforma superior de la entrada principal haciendo una impermebealización líquida, que lo que hace es fraguar y ejerce como una barrera plástica para el agua», explicó Rico.

En materia de protección contra incendios, se está instalando la intercomunicación de las bocas de incendios y detectores láser en pista «que alerten si notan una carga térmica en el caso de que se produzca un fuego». Más adelante, se recubrirán algunas partes del pabellón con pintura ignífuga y se construirá una vía de evacuación nueva en el semisótano --la única planta que no contaba con salida a la vía pública--. «Hasta ahora solo está cavado el hueco donde irá la salida de emergencia, que consistirá en una escalera ascendente que conecta con la calle», descubrió Rico, que desveló que lo próximo que se afrontará será el replanteo de la zona de aparcamiento, de cara a habilitar las nuevas plazas para minusválidos contempladas en el proyecto.