La metadona es un derivado del opio. Neutraliza la euforia de la heroína y evita el síndrome de abstinencia. Al principio se suministra una cantidad similar a la heroína que se consume, para retirar poco a poco la droga. Después, la metadona se va reduciendo, pero a veces su retirada completa es imposible y debe mantenerse meses o años. Su uso puede inducir dependencia, pero se considera menos grave que la de la heroína y más fácil de tratar. El paciente puede llevar una vida normal.