La Concejalía de Infraestructuras, que preside el edil Miguel López, ha mantenido conversaciones con responsables de la empresa constructora Magenta para que acometa el asfaltado de la segunda parte del camino que sale a ronda de Vadillo, antiguo camino de Sierra de Fuentes. El proyecto solucionaría, al menos de forma momentánea, los problemas de acceso que padece el Residencial Universidad. La primera parte de ese camino ya está asfaltada, pero aún resta un tramo de entre 200 a 300 metros.

Precisamente Miguel López, que es vecino del residencial, constituyó la asociación de vecinos de este barrio, construido como una isla separada de Cáceres, sin servicios, sin buzón de correos, sin cabinas telefónicas sin tiendas... Y con una asignatura pendiente y heredada del anterior gobierno municipal: la construcción de un acceso. Los vecinos quieren una entrada a través de la rotonda de la Guardia Civil, y denostan la actual. El polígono está aún sin recepcionar, pendiente de un pleito que continúa en el Supremo.

El gobierno anterior adujo de forma reiterada a ese contencioso al referirse a la imposibilidad de mejorar los accesos y habló de la petición realizada a Demarcación de Carreteras para la construcción de una glorieta nueva. El entonces presidente vecinal y actual concejal lamentó la actitud del PP y criticó el estado del acceso actual, con muchas curvas y peligroso para la circulación. Ahora el consistorio trata de adoptar una solución inmediata, aunque momentánea, para suavizar la problemática existente en la barriada.

Otro problema denunciado por el barrio es el autobús. Los vecinos se quejaban de que el servicio público no recorría todo el residencial. También lamentaban la ubicación de la parada, lo que obligaba a los vecinos a realizar un recorrido cuesta abajo, o hacia arriba. El ayuntamiento, durante la legislatura de Saponi, subió la parada de autobús unos 50 metros e instaló una marquesina. Los residentes también manifestaron su malestar por la limpieza del barrio y los jardines.