La dotación de residencia y pisos tutelados para enfermos mentales en la región es una de las más urgentes y principal reivindicación que plantea desde hace tiempo este amplio colectivo de extremeños.

Ambas estructuras "son muy necesarias". En Cáceres, en toda Extremadura, hay ya muchos enfermos que van teniendo una edad avanzada, lo que significa que sus padres o familiares son muy mayores y se encuentran enfermos, y esto plantea "un gran temor, una tremenda incertidumbre ante el futuro, al no existir en la comunidad ni residencias ni pisos tutelados para ellos", señala con preocupación el vicepresidente de la Asociación de Familiares y Enfermos Mentales de Cáceres, Ezequiel Valhondo Miguel.

Aunque en este apartado ya se ha dado un primer paso, ya que se encuentra en fase de construcción la que será la primera residencia para enfermos mentales de Extremadura, que se anunció en su día estaría lista en el año 2004, "esto no es suficiente", asegura Valhondo Miguel.

En diciembre pasado se inició en Cáceres la construcción de esta primera residencia para enfermos mentales, "pero aún sigue habiendo un gran retraso, pues el Plan de Salud Mental de Extremadura, que se aprobó en el año 1996, preveía unos dispositivos, como estructuras residenciales, de las que siete años después aún carecemos".

De momento todos esperan con impaciencia la apertura del centro de La Mejostilla, que dispondrá de 30 plazas.