De momento, el 90% de los examinadores de la DGT se han adherido a la primera convocatoria de huelga, que tuvo lugar el viernes con una manifestación ante la Dirección General de Función Pública, en Madrid, y que paralizó 7.000 pruebas.

En el trasfondo de la cuestión, además de la reclamación económica de un complemento, destaca la escasez de examinadores, porque las jubilaciones no se reponen desde los peores tiempos de la crisis. «Ahora se han convocado 24 plazas, un número que no puede mitigar la carencia de toda España. Desde la CNAE hemos calculado que faltan entre 170 y 200 examinadores», subraya Francisco García, presidente de la Asociación Provincial de Autoescuelas. En Cáceres, por ejemplo, quizás no sería necesario cubrir las 12 plazas iniciales, «con 9 ó 10 tendríamos bastante, pero con las 6 actuales no llegamos», advierte.

Además, la actividad oscila mucho entre verano e invierno. «Ahora por ejemplo estamos examinando a los alumnos prácticamente una vez a la semana porque todavía hay pocos, el exceso de trabajo llegará en junio. Por eso no pedimos que haya una decena de examinadores de forma continua, sino que la Administración arbitre alguna solución para disponer de una remesa de profesionales en las épocas de mayor actividad», explica.

En este sentido, desde la Asociación Provincial de Autoescuelas recuerdan que en otros países funcionan sistemas privados que conviven con el público a la hora de evaluar a los alumnos. «Podría ser una opción si la Administración no tiene otra alternativa. Para nosotros éste es un problema realmente serio», reitera Francisco García.