Un informe de la dirección general de Bibliotecas, Museos y Patrimonio Cultural de la Junta de Extremadura ha determinado que los restos arqueológicos hallados en un solar junto a la Ribera del Marco, sobre el que se proyecta una edificación de 112 pisos, son de origen romano. En concreto, se trata de un specus, una canalización de agua, que desde el punto de vista arqueológico se considera de interés. Arqueólogos consultados por este diario aseguran que es la primera de este tipo que aparece en la ciudad.

Por ello, desde Patrimonio se ha solicitado a la empresa promotora de las obras en este solar, Progemisa, el proyecto de edificación que tiene previsto con el objetivo de valorar la incidencia del mismo sobre los restos aparecidos, de cara a tomar las decisiones más adecuadas para el tratamiento de los mismos. Asimismo, el informe de Patrimonio confirma también que los últimos trabajos desarrollados en el solar por la constructora, previos a la excavación arqueológica solicitada por la Junta, han afectado a los restos, por lo que la dirección general va a analizar en detalle los trámites administrativos y las actuaciones ejecutadas.

Desde Progemisa manifestaron que las actuaciones llevadas a cabo antes de realizar la prospección arqueológica tuvieron que ver con el desbroce y el nivelado del terreno. Trabajos iniciados, como publicó este diario, a raíz de la concesión de una licencia de obra menor por parte del ayuntamiento y que fueron finalizados antes del pasado mes de diciembre, añadieron desde Progemisa. No obstante, estas actuaciones se acometieron sin haber realizado una prospección arqueológica como recoge el plan de urbanismo tras la modificación que sufrió en 2010, al considerar la zona como un área de vigilancia arqueológica en el casco urbano, junto con otras como Maltravieso, parte de la Mejostilla o San Francisco. Actualmente, la obra está paralizada.

En ese sentido, profesionales arqueólogos consultados por este diario remarcaron ayer que simplemente el acometer un nivelado del terreno puede haber afectado a los restos, dependiendo de la altura a la que estuviera el yacimiento. Así, expertos sostuvieron que el simple paso constante de maquinaria puede destrozar cualquier yacimiento que se encuentre a 30 o 40 centímetros del suelo. Más si cabe en días de lluvia.

No obstante, el hallazgo de los restos no supondrá que la construcción del residencial de pisos proyectado no se lleve a cabo, según remarcaron ayer fuentes de la empresa promotora. Si bien, el proyecto de edificación inicial podría sufrir modificaciones.