Visiblemente emocionado, Ricardo Beltrán Díez, leonés a punto de cumplir los 60, aprovechó ayer la fiesta de los Angeles Custodios para anunciar que se marcha como comisario a Palencia por motivos familiares. Su cargo lo ocupará en los próximos días Julio Díaz Corredera, en la actualidad segundo comisario de la ciudad.

Beltrán llegó a Cáceres en el 2001 procedente de Mérida, donde también ejerció de comisario durante dos años. De trato afable y cordial, supo adaptarse a la capital cacereña rápidamente. Ayer confesaba que deja aquí muchos amigos y que se despide con la sensación de haber desarrollado un buen trabajo, gracias --insistió-- "a la colaboración de todos los compañeros".

LA TRAYECTORIA Ricardo Beltrán ha ostentado su cargo de comisario jefe provincial en los años en que se ha producido una reducción paulatina de la delincuencia en Cáceres. Ha trabajado con los subdelegados del Gobierno Carlos Rovira, José Diego y Fernando Solís y durante su mandato ha afrontado importantes casos, los más recientes el asesinato de un joven en la calle Pintores, los disturbios de La Madrila por los horarios de cierre de los bares en el 2002, la Operación Cuento contra el tráfico de drogas en Aldea Moret o la detención de los padres que raptaron a sus hijos del Centro de Acogida de Menores Julián Murillo. Ayer, como broche de su paso por la ciudad, recogió la Encomienda de número al mérito civil entregada por el Gobierno a la comisaría de Cáceres y firmada por Su Majestad el Rey.

Julio Díaz Corredera, el que será nuevo comisario jefe provincial, llegó a Cáceres en enero del año 2003 como segundo comisario y jefe de la Unidad de Proximidad de la comisaría cacereña. Díaz procedía de la actividad docente que desarrolló en la Academia de Policía Nacional de Avila durante 18 años.

A lo largo de este tiempo ha trabajado en una de las áreas más importantes de la comisaría: la prevención de los delitos en la ciudad.