La posibilidad de futuras restricciones en el abastecimiento de agua a la ciudad será desde mediados de noviembre más difícil, ya que en veinte días entrará en servicio la nueva conducción que se construye en el río Almonte para bajar las cuatro bombas de captación de agua. Se están colocando casi cuatro metros por debajo de su cota actual. En tres ocasiones, dos fueron en el 2005, se tuvo que parar el trasvase de agua del Almonte al pantano del Guadiloba. El abastecimiento a Cáceres depende de ese trasvase. Lo que se hace con esta obra, que se inició el día 16 y que ayer visitó el alcalde, José María Saponi, es dar garantías de que en un futuro no habrá más interrupciones.

La adecuación del trasvase se planteó hace 4 años, fue en enero del 2002 cuando se interrumpió por primera vez. Pero se descartó. Hace un año se retomó, en parte por las paradas de marzo y septiembre del 2005 y también porque la solución final, que en un principio era una nueva presa en el Almonte y después una conducción desde el embalse de Portaje, no termina de arrancar.

Que haya agua en Cáceres depende de que se pueda trasvasar desde el Almonte al Guadiloba, y para llevar agua del río al pantano se está a expensas no sólo de la climatología sino de las necesidades que tiene Iberdrola de producir energía, debido a que el punto del río donde está el trasvase se encuentra en la cola del pantano de Alcántara y el nivel de Almonte depende de los desembalses que hace la eléctrica en la presa José María Oriol para la producción de energía.

Las bombas han estado en la cota 194,5 desde que el trasvase se hizo en 1992. Con la obra que se está ejecutando se bajan a la cota 190,9, un nivel al que no se ha llegado. La peor situación se dio en enero del 2002 cuando se bajó a una cota de 193-192.

El trasvase permite que el Guadiloba se haya mantenido en los últimos años en unos niveles de entre el 40 y el 60% de su capacidad. Con el trasvase parado y con el Guadiloba al 50%, sólo habría agua para unos diez meses, salvo que, al igual que pasó en 1997 o en el 2003, el pantano se llene con la aportación de los riachuelos de los que se alimenta. Por este motivo es tan significativa esta actuación, que, aunque su presupuesto sea reducido, garantizaría el abastecimiento hasta que concluya la nueva conducción desde Portaje.

VISITA Tanto el gerente de Canal de Isabel II, empresa que tiene en concesión el abastecimiento de agua a la ciudad, en Cáceres, Gerardo Díaz, como el alcalde, José María Saponi, coincidieron ayer al resaltar la importancia de esta obra. Gerardo Díaz recordó que, aunque "las cosas tienen una primera vez", desde que está el trasvase construido "Iberdrola nunca ha bajado de la cota 192", mientras que el alcalde reiteró que con esta obras se evita "llevarnos muchos sustos", dado que se aleja la posibilidad de futuras restricciones en el abastecimiento de agua a la ciudad.

El presupuesto de esta obra es de 171.000 euros y fue la primera de las presupuestadas para este año que se tramitó. No obstante, su inicio se retrasó para esperar que la cota del Almonte descendiese. Se empezó el 16 de octubre cuando el río estaba en el cota 197,29, aunque los buzos que están trabajando en la estructura que se construye en el lecho del río se han encontrado con el problema de que en los últimos diez días el nivel del río ha subido hasta la cota 200,9.

A pesar de este inconveniente, desde la empresa Canal de Isabel II y el ayuntamiento se comentó ayer que se espera que los trabajos puedan estar finalizados en un periodo de 20 días adelantando el plazo inicial de ejecución, que se estimó en dos meses.