Viernes noche en el ferial y ni rastro de los políticos. El jueves se acostaron tarde con eso de las europeas y no conviene castigar el cuerpo con excesos. Pero la feria seguía abierta y miles de cacereños no quisieron perderse la oportunidad de recorrer las casetas. De entre todas brilla con especial fulgor El Redoble, más conocida ya como Gabanna y que hace las delicias de los ritmos salseros que un joven bailarín venezolano ha impuesto en la ciudad. Importada desde Almería, Gabanna ha traído hasta Cáceres los cálidos ritmos del sur, aparte de una magnífica colección de litografías que muestran, entre otros encantos, la Alcazaba de la ciudad andaluza, cuna de Manolo Escobar, David Bisbal, Carlos Herrera o el mismísimo Chencho Arias.

Pero como no estamos en Almería, que estamos en Cáceres (una ciudad con mil razones para quererla) hablemos de lo que tenemos cerca: esto es, Studio 54, otra arrolladora caseta por las dos hogueras que alumbran a su dj y por su música actual.

Cacharritos y toro mecánico aparte, sin duda la sensación de la feria no sólo han sido los camarers de la caseta de la Asociación de la Prensa o la animación de la caseta del PSOE sino esas coronas estilo Letizia que se venden por doquier en el recinto y que han causado furor entre las cacereñas. Las hay con o sin lucecita y son ideales para aquéllas que, al menos durante una noche, quieren sentirse como princesas.