Uno de los timos más conocidos, el de la estampita , ha vuelto a perpetrarse en la provincia en dos ocasiones consecutivas con un considerable botín para los ladrones: 5.409 y 6.000 euros en cada uno de los casos, es decir 900.000 y 1.000.000 pesetas. Los tópicos se repiten: víctimas de edad avanzada y autores jóvenes con capacidad de persuasión.

El primero ocurrió el jueves a las 19.30 horas en la N-V, cruce de Jaraicejo, cuando un hombre de 57 años que hacía autostop fue abordado por una chica que simulaba tener sus facultades mentales mermadas, y que estaba compinchada con dos jóvenes que iban en un coche. Consiguieron llevar a la víctima hasta Trujillo, donde intentó sacar el dinero de una sucursal, pero los empleados se negaron al tratarse de una suma elevada. Posteriormente le trasladaron hasta Cáceres, donde extrajo de su cuenta 6.000 euros que entregó a los ladrones. Al final le abandonaron junto a la Residencia Asistida.

EN LA CIUDAD A las 11.00 de ayer fue abordada otra mujer de 69 años en la calle Clavellinas, por un joven delgado de unos 25 años y 1,75 metros de altura. También simulaba una deficiencia psíquica y le mostró un montón de billetes, momento en el que apareció una joven morena, de pelo largo, alta y delgada, que le envolvió en el timo. Lograron llevarla hasta un coche, en el que esperaba un tercer joven, y la condujeron a su casa para recoger la cartilla. Les entregó 5.409 euros en un banco.