Eran las 9.45 del lunes. Montaña Mendoza, la encargada de la tienda que Tambo tiene en la calle Profesor Hernández Pacheco, se dirigía al banco para ingresar la recaudación pero no llegó a su destino. En la esquina en la que confluyen esa calle y la avenida del Brocense un individuo la golpeó por la espalda en la cabeza con una barra de hierro de cuatro kilos e intentó robarle la bolsa en la que llevaba el dinero, cerca de 10.000 euros.

Montaña Mendoza quedó tendida en el suelo y forcejeó con el ladrón intentando salvar el dinero, pero la bolsa se rompió y los billetes se esparcieron por el suelo. Entonces, el caco aprovechó para hacerse con el botín, pero solo le dio tiempo a coger 72 euros. Después se marchó corriendo al darse cuenta de que algunos vecinos se dirigían hacia el lugar de los hechos. Intentaron capturarle, pero no lo consiguieron. Sin embargo, según explicó la empleada agredida, muchos de ellos sabrían reconocerle: "dicen que lo han visto más de una vez por el barrio. Pero yo no lo vi. Quizá cerré los ojos. No lo sé, pero yo no lo vi", repetía una y otra vez la afectada, que pese al shock accedió a hablar con EL PERIODICO.

Minutos después llegó la policía, que la trasladó al hospital para que la reconocieran. "Era muy aparatoso. Tenía el cuello y la cabeza chorreando de sangre", indicó el propietario de Tambo, Manuel García Barra. Le dieron tres puntos en la parte derecha de la cabeza y le curaron el ojo que lo tenía hinchado y amoratado.

"Estoy mal porque tengo miedo. Siento todo el tiempo que alguien me sigue y no se me quita de la cabeza lo que me ocurrió. Me dicen que tenga paciencia que el tiempo lo cura, pero ahora estoy muy mal", señaló a este diario la encargada mientras los ojos se le llenaban de lágrimas al recordar el suceso. "Es que fue como una película. Estoy viva de milagro, porque si llega a golpearme mal me hubiera quedado en el sitio. No he vuelto a pasar por ese lugar. De momento no me veo con fuerzas", recordaba la empleada que no ha querido darse de baja: "prefiero seguir viniendo porque así estoy entretenida. Si me quedo en casa no voy a poder olvidarlo nunca", aseguró.

TODA UNA VIDA EN TAMBO Lleva 30 años trabajando en Tambo y 19 en la tienda de la calle Hernández Pacheco, por lo que Montaña Mendoza es conocida por la mayoría de los vecinos del barrio, que no se explican lo ocurrido. Todo el que entró ayer en Tambo preguntaba por ella: "dale muchos besos a Montaña", decía una clienta a la cajera.

La Policía Nacional está investigando para encontrar al culpable que, según las fuentes consultadas, no se trata de un delincuente común en la ciudad por lo que se le busca por otras localidades españolas. "Le grabaron unas cámaras de seguridad de una tienda de saneamientos que hay allí cerca. Espero que le cojan", indicó el propietario de Tambo que no dudó en piropear a su empleada: "Es una heroína. Ella no se quedó quieta sino que intentó salvar el dinero. Es una chica excepcional", aseveró.