El equipo de Primeros Pobladores de Extremadura dio ayer la voz de alarma y denunció problemas de seguridad en el entorno de la cueva de Maltravieso, que se materializaron en el robo de dos ordenadores con información irrecuperable sobre el yacimiento durante la pasada jornada de excavaciones y en la aparición, ayer, de varias pintadas hechas con barro, junto a la verja de acceso a la cueva. Para el director de la excavación, Antoni Canals "hay que cambiar la estructura de vigilancia del entorno de Maltravieso, porque no está adecuada a la dimensión que ha adquirido ese sitio", dijo, y así se lo hizo saber a la alcaldesa Carmen Heras, a través de una carta.

El arqueólogo de Maltravieso explicó ayer a este diario que las pintadas hechas con arcilla que aparecieron ayer en la cueva constituyen "un hecho aislado", pero añadió que "debe servir para ponerse en alerta y dotar al centro, al parque y al yacimiento de las medidas disuasorias que necesitan". Las pintadas reproducen varias huellas de manos, el dibujo de la cabeza de un animal y otras figuras que simulan las escenas de caza halladas en algunas cuevas prehistóricas. Aún sin ser graves --ayer mismo por la tarde ya las habían retirado con la ayuda de una manguera-- las pintadas evidencian para los arqueólogos la falta de seguridad en el recinto.

Las pintadas llegan apenas dos semanas después del robo que sufrió el equipo en la excavación, en el que les sustrajeron los dos ordenadores portátiles en los que guardaban datos importantes de la jornada que estaban llevando a cabo. Uno de ellos contenía la información obtenida de los primeros siete días de trabajos "y en el otro teníamos guardada la copia de seguridad", explicó Canals. "Eso es irrecuperable", añadió. Según su relato, los autores se tomaron su tiempo: debieron entrar en la noche del 22 de marzo, un día antes de que empezaran a trabajar los guardias de seguridad que Primeros Pobladores había contratado para la Feria de la Prehistoria. "Cortaron el candado de la verja de la cueva, accedieron a la antesala, localizaron el escondite de las llaves de las casetas en las que guardábamos el material, y cogieron solo los dos portátiles, a pesar de que había otros aparatos en el interior", explicó.

DENUNCIAS DEL BARRIO La seguridad de este recinto es también una de las continuas reivindicaciones del presidente de la asociación de vecinos de Llopis Ivorra, Gregorio Talavera. Ayer recordaba que hace tiempo que cerraron las dos puertas de acceso por la calle Venezuela, pero que "mucha gente se cuela por las verjas, muy bajas sobre todo junto a la casa de cultura Rodríguez Moñino". Esas mismas quejas las reprodujo el encargado del mantenimiento del parque, quien restó importancia las pintadas aunque sí señaló que con frecuencia ha interceptado a jóvenes, accediendo en moto al recinto o realizando alguna pintada, y que en verano incluso queman materiales de deshecho en la zona.

Mientras tanto, desde el ayuntamiento lamentan los incidentes, que relacionan con los últimos actos vandálicos en la ciudad, "aunque en este caso es más grave si cabe, puesto que se trata de una zona sensible", señaló ayer el concejal de Seguridad, Carlos Jurado. El edil avanzó que la policía local ya está estudiando algunas opciones se seguridad pasiva (videovigilancia) para incrementar el control sobre este parque, dentro de un proyecto en curso para mejorar la seguridad en la zona, y se comprometió a poner "todos los medios posibles" para ello. Jurado reconoció que en estos momentos no hay guardia de seguridad en el recinto.