Una banda de cuatro personas asaltó, en la madrugada del lunes al martes, el Phone House de Gil Cordero para sustraer 94 teléfonos valorados en unos 20.000 euros. "Me llamaron de la alarma sobre las cuatro y veinte y me fui para allá", explica a este periódico José Báez, encargado de la tienda. Cuando llegó, se encontró dos coches de la Policía Nacional y la luna del escaparate completamente destrozada. "Según explicaron los vecinos, uno de los ladrones tenía acento árabe, dos iban con dos grandes mazas y el otro esperaba en el coche", afirma.

Los asaltantes entraron directamente al almacén, según relata Báez, y tardaron en efectuar el robo "entre ocho y diez minutos". La escena la presenciaron también varios sintecho, que en conversaciones posteriores con la policía declararon que uno de los delincuentes les dijo: "No digas nada que esto es para comer". José Báez se quedó en el establecimiento hasta las nueve de la mañana, hora en la que llegó la policía científica para recabar pruebas.

La actividad en la tienda volvió a la normalidad el mismo martes. La luna ya ha sido repuesta. Afirma Báez que la policía judicial ha recomendado "poner verjas" y que, dentro del almacén, se proceda a instalar un refuerzo como una caja fuerte.