La mayor obra realizada en los últimos quince años en la capital cacereña va tomando forma. La ronda Este, con una longitud de 3,8 kilómetros, está ultimando las cimentaciones de sus dos grandes viaductos y ejecuta las pilas que soportarán ambas estructuras. Son los elementos más visibles de la nueva circunvalación, que dan idea de la complejidad del proyecto para salvar la orografía de la Montaña y su entorno, con un presupuesto de 20, 6 millones de euros. La Junta de Extremadura, promotora de la obra, fija su conclusión a finales de 2020.

Según la información que acaba de facilitar a este diario la Consejería de Movilidad, Transporte y Vivienda, el porcentaje de ejecución de la ronda Este se encuentra actualmente al 35%. Es la media de los dos lotes en los que se divide la obra. El primero, de 2,4 kilómetros, lo acomete la unión temporal de empresas que integran Senpa-Aglosan-Araplasa. Discurre desde la EX-206 hasta el nuevo mirador de la Montaña (junto a la ermita del Amparo). El segundo lote, de 1,4 kilómetros, está en manos de Gévora-Majoin-Durantia, y une el citado mirador con la N-521 y la ronda Norte, que confluyen en la rotonda de la Universidad Laboral.

El recorrido realizado por este diario evidencia que los principales elementos comienzan a tomar forma: cinco glorietas y la conexión con una sexta, dos viaductos y cuatro pasos inferiores de camino (para permitir la permeabilidad del tránsito en las sendas de la Montaña). También habrá una pasarela peatonal a la altura de la ermita del Amparo, en el cruce de la nueva ronda con la subida al santuario, para facilitar el paso de peatones y ciclistas, donde se ubicará el mirador y habrá zona de aparcamientos.

Uno de los viaductos permitirá las salidas y entradas a la ronda Este por la avenida de la Hispanidad, frente a los juzgados. Previsiblemente será el acceso más utilizado por ser el más céntrico. Tendrá casi cien metros de longitud para salvar el Marco (cuyo cauce queda justo debajo), y se ha ampliado con respecto al proyecto inicial a fin de dar más holgura al arroyo. Las pilas ya permiten ver el trazado concreto que llevará, a pocos metros de la nueva urbanización Ribera del Marco.

El segundo viaducto, situado a los pies del Residencial Universidad, se sitúa muy cerca del final de la ronda Este en su enlace con la N-521 y la ronda Norte. Salva la vaguada existente en esta zona y los numerosos caminos que pasan por la misma, uno de ellos hacia Valdeflores, que va recorriendo la umbría de la Montaña. Grandes pilas se clavan ya en el terreno, en el que puede adivinarse el arranque del viaducto.

El trazado completo de la ronda Este incluirá en el futuro otro tramo desde la Charca Musia hasta la carretera de Badajoz. Cerrará el anillo, es decir, permitirá una circunvalación completa en torno a Cáceres por la variante de la N-630, la ronda Norte y la Ronda Este (ya será Sur-Este), y acelerará el tránsito entre el Norte cacereño (Mejostilla, campus...) y el Sur (Aldea Moret, La Cañada...), ahora más lento. La consejera de Movilidad, Leire Iglesias, anunció en una visita reciente a las obras (ver edición del 21/09/2019) que en 2020 se redactará el proyecto de este último tramo, de unos tres kilómetros de longitud.