Dirige una localidad con menos de trescientos habitantes y desde hace dos años y medio está al frente de la Diputación de Cáceres. María del Rosario Cordero Martín (Cáceres, 1966) milita en el partido socialista desde que tenía 25 años, llegó a la alcaldía de Romangordo en 2003 y en las últimas elecciones fue elegida casi por unanimidad en el municipio. La responsable de la institución provincial, segunda mujer que ocupa el cargo, habla para EL PERIÓDICO EXTREMADURA sobre la legislatura y los proyectos que están encima de la mesa en la provincia cacereña.

-Ocupó el cargo de presidenta de la diputación en 2015 y siempre ha recibido el apoyo de sus vecinos, ¿dos años después siente ese respaldo?

-Si alguien se alegró más, fue mi pueblo y fueron mis vecinos. He vivido el proceso con mucha ilusión porque ser alcaldesa de un municipio de 263 habitantes y ser presidenta de la diputación no es habitual. Eso significa que yo pongo a mis vecinos, hombres y mujeres, en primer plano. Ellos se sienten orgullosos de su alcaldesa, de su Charo, que es como siempre me han conocido. Y yo sigo haciendo lo que hacía antes, me dicen que no tengo que estar al pie del cañón, pero si no lo hago así, dejaría de ser alcaldesa y dejaría de ser Charo.

-Han relacionado esta última legislatura con una fuerte apuesta por lo rural, ¿se identifica con ese posicionamiento? ¿esto ha provocado que se descuide la capital cacereña?

-Yo soy alcaldesa de un pueblo de 263 habitantes, pero eso no quiere decir que para mí lo importante sea el mundo rural. En cualquier caso, hablar de la provincia de cáceres es hablar del mundo rural. Que nuestra política se dirige al mundo rural, sí, a los municipios menores de 20.000 habitantes, pero seguimos haciendo lo mismo que se hacía antes con Cáceres y Plasencia. Aquí tenemos nuestras instituciones culturales más importantes, participamos en el consorcio y en proyectos que nos han planteado. Ese mensaje que unos tratan de dar de que la presidenta mira solo hacia el mundo rural no es verdad, porque seguimos participando en los mismos proyectos, hemos sido capaces de entendernos en dos proyectos Feder con las capitales, yo creo que el equilibrio urbano y rural lo hemos sabido hacer bien.

-Si hay un problema que preocupa a Extremadura es la despoblación, que ya no solo afecta al mundo rural sino que llega a las capitales. Los jóvenes se marchan y no vuelven. En ese sentido, ¿la diputación ha cumplido ese objetivo de intentar frenar el fenómeno esta legislatura?

-La labor que han tenido las diputaciones es apoyar a los municipios al mundo rural. Diputación ha estado luchando siempre contra el despoblamiento con infraestructuras, cultura o administración electrónica. Ahora tenemos un reto demográfico en esta provincia. Está claro que la población va retrocediendo. Tenemos que luchar todavía más porque vemos que en todos los sitios hay poca población, pero en los pueblos pequeños se convierte en un problema real. Si los niños y jóvenes se van de nuestros municipios es porque aunque generemos infraestructuras, no tienen trabajo. Si no se genera empleo no hay una alternativa. Tenemos que tener claro que un recurso en esta provincia es el turismo. La diputación es la institución más cercana a los pueblos, por eso seguimos reivindicando fondos para financiar estos proyectos.

-El año pasado, la diputación saldó su deuda de 12 millones y es una de las instituciones saneadas, pero no pueden usar el dinero. Esta semana volvió a reiterar que el remanente se pueda reinvertir.

-En el 2013 surgieron una serie de leyes para solucionar un problema de endeudamiento de todas las administraciones. Después de esos años, hemos cumplido con lo que se nos marcó y seguimos con las mismas normas, sin flexibilizar. Lo que no tiene sentido es que esta administración, que siempre decimos que es la más débil, no pueda invertir un dinero que ha ahorrado. No tiene sentido que tengamos el dinero en los bancos y que no genere servicio ni empleo. Hemos hecho los deberes y no nos dejan gastar, el dinero está para resolver los problemas de los ciudadanos, no para estar en los bancos.

-Hay un proyecto con el que comenzó la legislatura y que aún sigue en la mesa, el colegio Francisco de Sande, ¿en qué estado se encuentra el proyecto?

-Francisco de Sande fue uno de los compromisos que hizo este equipo de gobierno y esta presidenta. No entendimos cuando se cerró. Se modificó la ordenanza y la falta de alumnos fue la justificación perfecta para cerrarlo. Era el único edificio que nos unía a la universidad y representaba igualdad de oportunidades. Yo he sido becaria y conozco cuando solicitas tu beca y no cobras hasta febrero, si tu familia puede aguantar el tirón, bien, si no hasta febrero no recibías el dinero. La semana pasada se adjudicó a una empresa y terminará en 2019. Si yo lo hubiera podido abrir tal y como estaba, lo hubiera abierto, pero no fue posible.

-Otro tema que genera controversia es el anuncio de la retirada de sucursales de Liberbank en varios municipios, la diputación mostró su apoyo a los alcaldes, ¿mantendrá su postura?

-Liberbank ha demostrado en estas últimas fechas que el compromiso que podemos tener con ellos está fallando. No podemos permitir que en pleno reto demográfico se quiten esos servicios a los ciudadanos. Yo desde el primer momento me he puesto al lado de los alcaldes llevando el compromiso a más. Si los ayuntamientos retiran las cuentas, diputación también lo hará. Somos municipalistas, estamos luchando contra el despoblamiento y Liberbank no está con nosotros. Cuando se ataca de una manera tan directa a los pueblos yo no puedo mirar a otra parte.

-El Tribunal de Cuentas aseguró hace una semana que la sanidad extremeña es «insostenible», ¿también se mostrará tan contundente si se retiran los consultorios médicos? ¿o los colegios?

-Aquí ha habido puntos de atención continuada que se habían cerrado y ahora se han abierto. Cuando se cerraron, nos enfrentamos. Me da tranquilidad la legislatura de Vara. Lo que ha hecho ha sido abrir centros, además del hospital provincial con el que vamos a contar en los próximos meses. Romangordo no tenía escuela y se reabrió en 2007, eso atrajo a población joven con hijos. Mantener esas escuelas abiertas es esencial.

-Al hilo del nuevo hospital, diputación recupera el edificio provincial del Virgen de la Montaña, el PP lanzó su propuesta sobre un posible uso, pero el equipo de gobierno no se ha pronunciado, ¿hay alguna línea de trabajo?

-No nos hemos manifestado porque no es un tema que urge. No creo que concentrar todos los servicios en el hospital aporte nada a la ciudad ni a la provincia. En vez de centralizarlo todo en un único sitio, a lo mejor tiene que descentralizarse por las comarcas. El hospital tiene que dedicarse a algo que no exista, que aporte a la ciudad y a la provincia y es una decisión en la que el ayuntamiento tiene que participar.

-En la últimas convocatorias, la diputación exige que se cumpla la Ley de Memoria Histórica para acceder a las subvenciones y anunciaron que sancionarían a los ayuntamientos que no lo hicieran, luego dieron un paso atrás y apuntaron que harían tarea de ‘orientación’, ¿qué postura mantiene sobre esa norma?

-Todas las leyes hay que cumplirlas. Ayudamos a los municipios a cumplir con algunas como el techo de gasto. Hay una ley de memoria histórica donde hay ayuntamientos que han cumplido y hay otros que hay que encauzar para que cumplan. El reglamento de subvenciones recoge que los ayuntamientos que no cumplan la ley no podrán presentar su solicitud. No damos un paso atrás. En los próximos días se va a nombrar esa comisión y se redactará un catálogo, luego daremos un plazo para que se retiren esos vestigios. Tienen claro lo que tienen que hacer.

-¿Serán firmes?

-Seremos contundentes cuando llegue el momento. Los que no cumplan, serán sancionados.

-Cáceres debate ahora sobre el anuncio de la mina de Valdeflores, ¿qué opinión le merece?

-Cáceres es una ciudad que necesita empleo y oportunidades para la gente joven. Eso sí, si una gran parte de la población cree que la mina de litio no entra dentro del proyecto de ciudad que quieren, nosotros tenemos que apoyarlos. No creo que nadie deba mantener una idea que la ciudadanía no quiere. Entiendo y suscribo a Luis Salaya.

-Extremadura acusa un problema de agua, la diputación de Badajoz tiene un sistema para regular el ciclo del agua en la provincia como Promedio, pero Cáceres no, ¿recuperará ese servicio?

-La diputación tuvo hasta el 2012 un consorcio para el ciclo del agua y se quitó. Nosotros no hemos podido ponerlo en marcha porque tenemos un plan de ajuste. Solucionaría problemas como la depuración de agua. La provincia tiene un problema porque se necesitan 99 depuradoras de aguas residuales. Promedio es un ejemplo de cómo se tienen que hacer las cosas.

-Dirige una diputación en una etapa en la que se cuestiona si las diputaciones son necesarias.

-Soy municipalista. He defendido las diputaciones incluso cuando mi partido no lo hacía. Las defendí como alcaldesa de un pueblo pequeño. A lo mejor necesitan una revisión, pero de ahí a quitarlas, creo que es donde nos perdemos. Esta provincia no se puede permitir renunciar a su diputación porque es la institución más cercana al mundo rural. Hay otras diputaciones en las provincias de España que no nos lo han puesto fácil, pero también ha habido ayuntamientos y comunidades donde ha existido corrupción y no por ello nadie se plantea quitarlos. Es muy fácil tomar esta decisión en el paseo de la Castellana donde nadie sabe lo que es diputación. Si se tomara en Cachorrilla seguramente te dirían que tiene que existir.