Luciano Pavarotti, los empresarios Pirelli o Firestone, el científico Marconi, el presidente estadounidense John F. Kennedy, el escritor alemán Thomas Mann... Todos ellos tienen algo en común: fueron miembros del Rotary Club. Esta organización internacional, autodenominada humanitaria, laica y apolítica, y afincada en Cáceres desde 1988, celebró ayer el centenario de su fundación del que quedará un recuerdo permanente en la avenida Virgen de Guadalupe.

El alcalde, José María Saponi, inauguró ayer un monumento conmemorativo de esta efemérides en la intersección de Virgen de Guadalupe con la avenida Ruta de la Plata. La celebración se abrió con una misa en Santa María y concluyó con una cena.

´OPERACION PATATA´ El Rotary Club cuenta actualmente en Cáceres con treinta miembros, la mayoría empresarios y profesionales liberales como sus fundadores, aunque se ha empezado a abrir hacia otros sectores, según explicó ayer su presidente, Juan Ramón Civantos. Un sastre, un ingeniero de minas, un abogado y un comerciante de carbón crearon en 1905, en Chicago, esta organización "ante la corrupción existente, para que los hombres honrados pudieran desenvolverse", cita Civantos. Lo de rotarios quedó de la falta de sede inicial, que hizo que se rotaran de casa en casa para reunirse.

El hecho es que pronto trascendió las fronteras de Estados Unidos, saltó el Atlántico y llegó a España y a Cáceres. Su actividad más popular y conocida en la ciudad es la Operación patata . Con esta actividad anual, el colectivo recauda fondos para los centros sociales de la provincia. Con el dinero obtenido --35.000 euros el año pasado-- se compran patatas para estos hogares. Sin embargo, ésta no es la única actividad.

La asociación colabora también en proyectos internacionales de cooperación. Así, actualmente llevan a cabo una recogida de fondos para financiar la reconstrucción de casas arrasadas por el tsunami en Tailandia.