La enésima solicitud de ampliar la hora de cierre de los bares a partir de otoño que hicieron el lunes públicamente los hosteleros cacereños, recibió ayer una tajante respuesta del ayuntamiento: "No". Aunque la responsabilidad en materia de horario de espectáculos y locales públicos es una competencia de la Junta de Extremadura, el alcalde en funciones, Joaquín Rumbo de la Montaña, reiteró, también por enésima vez, la oposición municipal a cualquier modificación de horarios en este sentido.

Rumbo valoró que el horario actual "supone un equilibrio entre el derecho al descanso de los residentes y el derecho a divertirse", por lo que insistió en que se trataría de impedir la flexibilidad que buscan los hosteleros.

El presidente de la Asociación Empresarial Provincial Cacereña de Hostelería y Turismo (Aecahtur), César Martín, culpó el lunes de la pérdida de turistas y de universitarios que, a su juicio, sufre la ciudad a tres circunstancias: el reducido horario nocturno de bares y discotecas que limita su actividad, a los problemas para realizar reformas en los locales y a la carencia de una oferta de ocio atractiva.

REFORMAS EN LOCALES Además de defender el horario actual, Rumbo de la Montaña desmintió ayer que el ayuntamiento se niegue a conceder licencias para la reforma de locales como denuncian los hosteleros y por lo que solicitan el cambio de la ordenanza local de ruidos y vibraciones. Aunque no facilitó datos del número de permisos de obras otorgados, Rumbo de la Montaña aseguró que se están concediendo autorizaciones para adecuar servicios, accesos e insonorizaciones.

Aclaró, eso sí, que se conceden cuando los proyectos cumplen los requisitos. En este sentido, insinuó que en algunos casos las solicitudes enmascaran la pretensión de los empresarios de convertir un bar en una discoteca y cambiar de actividad.

EL OCIO En cuanto a la también denuncia de los hosteleros sobre la falta de una oferta cultural y de ocio en verano que complete la del patrimonio, el alcalde en funciones recordó que los turistas no vienen a Cáceres "a beber, sino a visitar su ciudad monumental o disfrutar de su gastronomía". Por ello, consideró "absurda y perjudicial" las críticas de los hosteleros porque "van en detrimento de la imagen de la ciudad" e instó a los empresarios a colaborar y proponer actividades de ocio en vez de quejarse.