"Era muy necesario", eso es lo que más se escucha entre los vecinos del antiguo barrio de Busquet ante las obras que se están llevando a cabo en la zona y que arreglarán, "por fin", las calles de la barriada.

Y es que la mayoría se encuentra completamente satisfecha de escuchar el ruido que diariamente hacen los operarios de Construcciones Hidráulicas y Viales --empresa adjudicataria de las obras-- porque eso significará que pronto podrán ver con sus propios ojos lo que llevan esperando varios años: el acondicionamiento de sus calles en mal estado.

Sin molestias

Una de las vecinas que reside justo en la calle Busquet comentó a EL PERIODICO que aunque ya se sabe que las obras son "bastante incómodas" para todos --ella, incluso, tiene que mantener durante todo el día las ventanas de su casa cerradas para evitar el polvo-- "a mí no me importa, porque estas obras son para nuestro bien y para mejorar este barrio", dijo.

Aunque no se quejan de la incomodidad de las reformas, algunos sí empiezan a protestar por el tiempo que van a tardar las mismas "ya se están retrasando", consideran.

El acondicionamiento del barrio comenzó a efectuarse hace ya más de dos meses, pero tardarán otros dos más, y se extiende por las calles Busquet, Calaff, Sánchez, San Fermín y callejón de don Alvaro. Se enmarcan dentro del Plan Especial de Protección y Revitalización del casco antiguo y costarán cerca de 220.000 euros.

Durante estos cuatro meses se harán trabajos de mejora de los saneamientos, abastecimiento, pavimentos y alumbrado en las calles. La pavimentación de las aceras era lo más urgente, según la opinión de la mayoría de los residentes del barrio "el alquitrán estaba levantado y el paso de los coches hacía saltar chinas a las puertas y ventanas de nuestras casas", dicen.

Incluso algunos consideran que las calles eran "intransitables" por la infinidad de baches y socavones que registraban.