El alcalde en funciones, José Joaquín Rumbo, criticó ayer al grupo de alcaldes cacereños que han dado su apoyo al nuevo abastecimiento de Portaje. Joaquín Rumbo aseguró que la postura de los ediles responde a "un apoyo político al Gobierno" y lamentó que el ayuntamiento no hubiera sido invitado a la reunión celebrada el pasado viernes. Indicó que "echaba de menos un rigor técnico, de valoración de las obras y de la acción que ha tomado el Gobierno del Partido Socialista de hacer el abastecimiento de Portaje".

Asimismo, Rumbo dijo que los informes técnicos que manejan estos alcaldes difieren en gran medida de los realizados por el PP y se mostró convencido de que "ésta no es la mejor solución para Cáceres ni para estos pueblos". Argumentó que su presencia en esa convocatoria de alcaldes hubiera servido para aportar esos documentos técnicos. "Es una obra importantísima para el futuro de Cáceres y de muchos otros pueblos y no podemos tomar decisiones que luego nos puedan pesar", subrayó.

Sin embargo, afirmó que la presa de Portaje "no es la solución más idónea" y defendió la necesidad de llegar a acuerdos por el alto coste de la obra porque, dijo, "lamentaría que se hiciera y luego no valiera para nada". El edil puso como ejemplo que, en caso de producirse una avería en la nueva tubería de abastecimiento, se tardaría 10 o 12 días en llenarla debido a sus 68 kilómetros de extensión.