El concejal de Infraestructuras del Ayuntamiento de Cáceres, Joaquín Rumbo, definió ayer La Cañada como "un barrio modélico de la ciudad" y se mostró sorprendido tras las declaraciones del dirigente vecinal Vicente Pozas, que criticó la actitud municipal y que aseguró que había iniciado los trámites para que la urbanización se convirtiera en entidad local menor.

El edil dijo que no entendía este afán independentista y comentó que por la mañana se desplazó hasta La Cañada con técnicos de jardines, iluminación e infraestructuras para comprobar la denuncia planteada por Pozas y publicada ayer en este diario.

Según Rumbo, el asfalto, jardines y alumbrado del barrio se encuentran en perfecto estado, "incluso mejor que otros". Añadió que mantuvo contactos con otros vecinos "y no están de acuerdo con que desaparezca el cerramiento de la barriada, que se hizo con los permisos de Renfe por la cercanía de la vía".

EL AGUJERO Explicó que el agujero que se ha realizado en la valla perimetral comunica con una finca particular y que no se ha hecho para evitar los desplazamientos a pie por la carretera, "sino para sacar a los perros a que hagan sus necesidades, aunque sea un terreno particular".

Respecto a que los vecinos tienen que pasar por el arcén de la EX-100 o la N-630 para salir de la urbanización, dijo que el ayuntamiento no puede colocar aceras, pero que el próximo año comenzará a construirse, con cargo al Plan Urban, la pasarela que conectará el barrio con el poblado minero por encima de la vía.

Sobre los columpios, comentó que los había instalado la constructora y que estaban nuevos. No obstante, se ha encargado un informe al técnico para que compruebe si están homologados. En caso de que no, se pedirá a la promotora que los sustituya.

Rumbo aclaró que el ayuntamiento recepcionó los viales y los jardines, pero no el resto de la urbanización. Por eso, el salón social y la guardería siguen perteneciendo a la promotora. El consistorio ha convocado una reunión con los vecinos para el 8 de enero próximo.