La subida pedestre al santuario de la Virgen de la Montaña está abierta a todos los aficionados al deporte. Los más avezados podrán tomar parte de la prueba más dura del calendario y todos los demás disfrutarán de unas vistas panorámicas de la ciudad

Este domingo la subida al santuario Virgen de La Montaña se realizará a la carrera o andando, según la preparación de cada uno. El Club Escuela de Atletismo de Cáceres y el ayuntamiento de la ciudad han organizado la trigésimo tercera subida pedestre, una de las pruebas con mayor dificultad y solera del calendario deportivo la ciudad. Son tan solo tres kilómetros de recorrido, pero el ascenso es tan duro que hasta los atletas mejor preparados "deben hacer un descanso para tomar aliento en la cuesta del Calvario", declaró durante la presentación Carlos Baz, presidente del Club cacereño. Sin embargo, la organización quiere convocar al mayor número de aficionados posible por eso también pueden tomar parte de la subida todo aquel que quiera disfrutar de un domingo deportivo.

A las once de la mañana, los atletas saldrán del Puente de San Francisco para recorrer los tres mil metros que lo separan de la explanada del santuario.

La organización convoca esta subida coincidiendo en el calendario con el final de la campaña de cross y antes del inicio de la temporada de pista. Hasta el cierre de esta edición el número de inscripciones rondaba la treintena y Carlos Baz confiaba alcanzar el medio centenar de atletas.

A lo largo de estas más de tres décadas, la subida pedestre al santuario no ha sido suspendida ni una sola vez. La historia de esta cita deportiva está llena de anécdotas y acontecimientos. Por ejemplo, desde el año 1992, ningún corredor ha superado el récord logrado por el montijano Antonio Delgado Acedo, cuando coronó la montaña en 10 minutos y 42 segundos. Cinco ediciones más tarde, Antonio García Rodríguez, de La Serena, igualó el tiempo marcado por Delgado. La también montijana Rocío Martín Grajera mantiene la mejor marca desde 2001 cuando llegó a la cima en 12 minutos y 22 segundos. Ahora "los corredores prefieren entrenar para carreras largas que para pruebas cortas como ésta", declaró Baz. A pesar de las modas, la pedestre cuenta con un corredor fiel que no ha faltado, en estos treinta y tres años, a una sola cita: Pedro Monzón, que con 67 años, corona cada año la montaña.

En toda su historia, la Pedestre puede presumir de no haber vivido ningún percance.