Miguel Salazar, presidente de La Madrila, aseguró que el grupo de críticos "pretende hacerse con la asociación porque una vez presentaron una candidatura y salieron escaldados". Afirmó que la demanda que presentaron en el juzgado es "una maniobra para echarme de la asociación porque no tienen votos para ganarme".

Sin embargo, los opositores exponen en la demanda presentada ante el juez que Salazar "no permitió debate, discusión o pregunta alguna sobre las cuentas del ejercicio en concreto ni del anterior" en la convocatoria extraordinaria de mayo y que "negó el uso de la palabra a cuantos lo solicitaron, pasando sin más a la votación".