El presidente de la Asociación de Vecinos de La Madrila, Miguel Salazar, dijo ayer no al cambio de licencia que han solicitado un grupo de hosteleros que quieren convertirse en café concierto. El polémico dirigente vecinal no se fía de los empresarios y aventura que la concesión de esta licencia es un mecanismo para "tener garantizado dos horas más el horario de cierre".

Salazar recuerda los efectos que han producido los cambios de licencia C (bar normal) a F (bar especial), del 2002: "el resultado es éste: cuando unos cierran, los otros abren", afirma el presidente, quien va más allá y se refiere a las "propuestas deshonestas" que le han realizado algunos hosteleros, pidiéndole que sobre el asunto de la movida "no insista mucho para que la policía no les denuncie y poder cerrar una hora más tarde".

INCUMPLIMIENTOS El responsable vecinal dice que no consentirá que "se rían más de los vecinos de La Madrila" o que se continúe produciendo un "incumplimiento de las leyes". La interpretación que Salazar realiza de todo esto es que como "las cosas no se les están poniendo bien" a los hosteleros "y el fraude de ley se les está acabando, y el cerrar más tarde también, es por lo que solicitan cambio de licencia". El líder de La Madrila asegura que este cambio "no es para ejercer la nueva actividad, sino para coger el horario de ella y continuar desarrollando la misma, pero garantizados por la legalidad".

Los vecinos de La Madrila subrayan que hace más de cuatro meses que solicitaron una entrevista con la alcaldesa, Carmen Heras, "sin respuesta al día de hoy. Los seis u ocho hosteleros de La Madrila, son más influyentes que los vecinos de esta barriada", afirma Salazar después de que los empresarios hayan asegurado que en los próximos días se entrevistarán con la regidora. La junta directiva de La Madrila mantuvo un encuentro de urgencia para apoyar a Salazar.